1. SEMANA DE LOCOS CON LA PERRA BLANCA


    Fecha: 29/12/2017, Categorías: Zoofilia Autor: Andy19, Fuente: SexoSinTabues

    (Sugiero leer primero el relato anterior para hilar la historia con éste: http://www.sexosintabues.com/RelatosEroticos-45464.html) Abrí los ojos cuando el sol me dio de lleno y comenzó a quemar mi piel; estaba un poco adolorido por el esfuerzo de la noche anterior, pero el solo recordar la experiencia, la verga se paraba a reventar y sentía la necesidad de seguir cogiendo con la perra, sin embargo, ésta no aparecía por ningún sitio. Tomé el pantalón que había dejado en el piso la noche anterior y salí en búsqueda de la perra, cuando de pronto, como salido de la nada, don Pancho me tomó del hombro casi haciendo que me cagara del susto: -En la mañana entré muchacho y lo primero que vi fue a la perra salir del departamento, dejaste la puerta abierta, vine a ver que no había sucedido nada malo. Debes tener más cuidado para la próxima. -Claro que sí don Pancho, no tenía ni idea de que la perra estaba aquí (moría de nervios por dentro, que el viejo se enterara de mi fechoría, notara algún olor, algo… lo que fuera). -Debió soltarse en la noche y como vio la puerta abierta se metió. Éstos son animales inteligentes y acostumbrados a la gente. No dejes que se meta al departamento o ya no la vas a sacar de ahí nunca. -Yo no tengo inconveniente con que se quede Don Pancho… verá, como estoy solo, la perrita me hace compañía y yo a ella; mientras no haga sus necesidades en el departamento todo está bien. Yo puedo ayudarlo a cuidarla, más si dice que en su antigua casa estaba acostumbrada a ...
    ... esos cuidados. -Preferiría que se quede a cuidar la tienda, después de todo para eso la traje. Si resulta ser una perra faldera no va a haber de otra que regalarla. Éstos animales están para el cuidado y si se la va a pasar contigo arriba de la cama (risa obscena) preferiría comprar un perro que valga la pena. Sé que en ese momento me puse de uno y otro color, no sabía si las palabras del viejo tenían el significado que estaba escuchando, pero la culpa en mi interior le dio ese sentido a las palabras aunque no fuese intención del viejo mencionarlas de esa forma. La plática siguió un par de minutos. Don Pancho me había dicho que aunque era domingo había venido por unas cajas que se le quedaron el sábado en la noche pero que ya se iría otra vez. Me encargó que alimentara a la perra por la tarde, y que él mismo lo haría antes de salir, que la había dejado amarrada y que prefería que se quedara así. No puse objeción alguna, al contrario, accedí a todas las propuestas de Don Pancho, en parte para no levantar sospecha y en parte para mantener a mi lado a tan precioso animal, ya que le había agarrado cariño y deseo. Apenas el viejo cerró la puerta, desamarré a la perrita y la llevé con su tazón de croquetas al departamento conmigo. Como era domingo, no tenía ninguna intención de salir así que me quedé a meditar lo sucedido la noche anterior y revisar con paciencia a la nueva amante que había encontrado. Desde entonces comencé a llamarla Pucca, lo cual me pareció muy gracioso porque ...
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