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mi primita sara
Fecha: 30/12/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: anonimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... mire y me metí en el baño. De nuevo nos encontramos antes de salir por la puerta. -Hasta la noche primito –me dijo sacándome la legua entre sus bonitos labios- Su descaro de nuevo me excito y enfadado y di un portazo. Todo el día pensé en ella, en su frescura, en sus labios, en el sonido que hacia al correrse… no sé qué me estaba pasando, era mi prima y además una niña y yo no era de esos que se excitan con las chiquillas, siempre las preferí casi de mi edad y hasta mayores. Durante toda la semana cada vez que nos quedábamos solos Sara me hablaba al oído, se pegaba a mí y se insinuaba sin vergüenza. Cada mañana me despertaba y lo primero que veía eran sus piernas y el principio de sus coloridas braguitas. Además siempre antes de irse me sacaba la lengua cosa que me ponía aún más a cien. Una noche mientras Susana leía una revista yo terminaba la cena, Sara vino a ayudarme y como siempre por casa solo llevaba una camisola de tirantes, no era excesivamente corta pero se pegaba a cada curva de su cuerpo. Volví a empalmarme. -En que piensas primito? –Me pidió mirando mi pantalón con descaro- Estaba amasando la base de la piza con las manos llena de masa cuando ella poniéndose a mi lado me acaricio sobre el pantalón. -Sara, para que crees que estás haciendo? -Déjame Gustavo solo quiero tocarla un poco, no seas aburrido primito. -Estate quieta, deja de hacer eso –dije sintiendo como crecía bajo su mano- Entonces Sara metió su mano dentro del pantalón de mi pijama y me ...
... agarro la polla poniéndose detrás de mí empezó a meneármela lentamente. -Que grande y gorda es primito, me encanta tu polla. -Basta Sara por favor Moví las caderas intentando zafarme pero eso solo incremento su movimiento y sentía aún más su mano pajeándome con descaro. -Sigue con la piza Me dijo al oído rozándome con su lengua, esa condenada chiquilla sabía lo que estaba haciendo, movía su mano por toda la base de mi polla y pasaba la palma por el capullo hinchado arrancándome un jadeo involuntario. -Ves primito como te gusta? Apretó más fuerte y metió la otra mano que fue directa a mis huevos, los sopeso y luego les daba pequeños tirones que me llevaban al paraíso. Mientras sus labios calientes y húmedos besaban mi nuca, mi cuello y volvía a mordisquear mis orejas. Mis puños se clavaron en la masa mientras sentía como crecía lentamente el orgasmo ella también lo noto por mi respiración acelerada y justo cuando estuve a punto paro. Casi grite de pura desesperación, cuando ella retiro la mano y se apartó, al momento entro Susana. -Qué tal va la piza? Pegue mis caderas a la encimera para que no notara mi erección, seguí amasando furiosamente mientras ella cogía una bebida y Sara fregaba unos vasos. Mi polla palpitaba cuando Susana salió de nuevo y Sara me miro acercándose. -Sigo primito? Quieres que haga que te corras? Me dijo de nuevo al oído pegando sus tetas a mi espalda, el deseo me mataba y simplemente asentí con la cabeza. Entonces Sara metió de nuevo su mano ...