Mis deseos prohibidos 6. Primera vez. Parte 1 - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 6. Primera vez. Parte 1

... entrar pero el único lugar donde podría hacer tarea y por supuesto, ver porno. Al entrar don Ricardo actuó muy amable como siempre, como si nada, eso me dio tranquilidad. -hola Verito ¿cómo estás? Ya te tengo tu máquina lista, es la última.  Mi cara fue de desilusión, todos sabían que las últimas eran las peores.  -no te preocupes Verito, cambie la compu, pude una más nueva y es la más rápida y nunca falla y tiene de todo para que uses. -¡muchas gracias don Ricardo! Perdón Ricardo. Se acercó un poco a mi y con voz baja me dijo: -la puse al final para que estés solita, nadie agarra las que están atrás así que estarás bien solita para que disfrutes tu tiempo y nadie te moleste. Eso era muy cierto, la gente prefería esperar una máquina de adelante que tomar esas, pero sentí que sus palabras tenían otra intención, ¿y si se había dado cuenta que veía porno y lo que hice? Mejor no lo pensé más y fui a la compu. Estaba todo super limpio, con mejor luz y la compu más rápida. En la carpeta de descargas había tanta porno que no baje nada en varios días, empecé a ver y había muchas pornos de otras de mi edad más o menos, ya saben de que tipo. Veía a las nenas chupando penes, masturbando penes, frotando penes en sus vulva y nalgas, se venían en sus bocas, en sus traseros, en sus vulvas y dentro de sus vaginas, el semen se veía tan rico, deseaba probarlo, y gozar como ellas, se las cogían tan rico, a algunas no les entraban los penes pero lo intentaban y otras hasta por su trasero se lo ...

... metían, no resistia tocarme un poco sobre la ropa pero no quería mojarme la ropa y que se viera. Los días pasaban y casi diario iba a hacer tareas y ver porno, más porno que nada, diario habían algunos vídeos nuevos, sobre todo de ese tipo que ya saben, también habían normales y todos los disfrutaba; todos los días don Ricardo me decía "disfrutalo" y luego de una pausa decía "tu tiempo en la maquina" y eso me hacía sentir que aquel hombre ya sospechaba lo que hacia o lo imaginaba. Cierto día estaba más caliente que nunca, viendo vídeos llevaba una hora y las cogidas eran sabrosas, me calentó tanto que no resistí más y comencé a tocarme sobre la ropa, me frotaba con fuerza y sentía mis juguitos, con el short era algo incómodo pero era mejor que nada, me toqué tanto que mis jugos empezaron a mojar mi short y cuando lo vi me detuve, si me seguía mojando sería muy obvio, se vería como si me hubiera orinado. Al salir don Raúl me dijo que esperara un momento, se levantó y me Di cuenta que qué hasta la última máquina y que cerró la puerta con llave. No te preocupes nena, esa va a ser tu máquina ahora, sólo para ti por ser mi mejor clienta; sonreí y le di las gracias, cuando estaba por salir me llamó:  -espera, toma esto.  Me dio una playera de manga larga.  -¿y para que? Dije extrañada.  -ponla alrededor de ti, se te ve por atrás donde te la pasaste muy bien, toma y mañana me la traes.  Me quedé helada, se había dado cuenta, lo sabía, el sabía lo que hacia, aunque quise poner mi cara ...