Mis deseos prohibidos 7. Primera vez. Parte 2 - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 7. Primera vez. Parte 2

... quedé como dormida pero no estaba dormida, estaba feliz, satisfecha, se acercó a mi oído y susurró: Amor ¿me dejas venirme en tus nalgas?   Hubiera querido suplicarle que si, sólo pude decir SI con la cabeza mientras soreía como tonta. Me puso boca abajo y se colocó sobre mi, una rodilla a casa lado de mis piernas, escuché como se masturbaba, disfrutaba ese sonido, sólo podía imaginarme como se veía pues me sentía débil, feliz pero débil; cuando su semen salió gimió un poco y sentí los chorros de leche caliente cayendo en mis nalgas, en medio de ellas, un poco en mi cintura y mi espalda, era tanto semen y yo lo sentía riquísimo, si no dije o hice más fue porque aún no salía de mi orgasmo creo, pero lo disfruté enormemente. Ya me recuperaba, y el fue por higiénico para limpiarme:  - no amor, déjalo así, me gusta sentirlo, déjalo por favor, ponme mi calzón.  -  pero Verito se va a manchar de mi semen.  - eso quiero Ricardo, te prometo que mi mamá no se dará cuenta.   - está bien Verito pero ten mucho cuidado por favor.   - si amor. Me quedé sonriente ahí en calzones un ratito mientras le decía a Ricardo cuanto me había gustado y lo increíble que sentí acabar. Me recordó que eso era mi orgasmo.  - quiero más así, me encanta. Vi su pene ya flácido y lo acaricié, aún tenía algo de semen en la punta y lo froté por su cabecita:  - quiero que me enseñes a masturbarte y a a chuparla como en los vídeos, quiero darte placer y quiero que me lo heces en la boca, quiero tragarmelo. Yo ...

... pensaba en que fuera otro día pero al decirle todo esto su pene comenzó a ponerse duro de nuevo, el se acostó en la cama y yo a su lado un poco más abajo, cerca de su panza, y me enseñó a sobarlo, me dijo como agarraron, como moverlo de arriba abajo, cuanto apretar y donde, A acariciar sus bolas, a que tan duro hacerlo sin lastimarlo, y después de un rato me dejó sola para disfrutar de su verga. Me encantaba sentir su dureza, sentía latir sus venas en mis manos, estaba calienta y empezaba a lubricar, con mi pulgar lo frotaba en su cabecita, me felicito por eso y yo me sentí halagada, cerré los ojos y me concentré en sentirlo, entonces sentí su mano masajear mis pechitos y todo mi cuerpo, su mano iba de arriba a abajo por todo mi cuerpo, mis nalgas, mi sensible vulva, yo tenía cerca de mi cara su verga, sentía su aroma a hombre, a semen, abrí los ojos para ver como lubricaba, se me antojaba probarlo pero el me dijo que sólo lo masturbara, que mañana me enseñaría a chuparlo. Continúe disfrutando y no pude resistir, comencé a besarlo y lamerlo, lamía sus bolas también, trataba de hacer todo lo que había visto, metí su verga en mi boca y su sabor me volvió loca; el.me volvía a masturbar muy rico y yo succionaba su verga saboreando cada gota de lubricante... era tarde y se dió cuenta.  - amor tenemos que acabar rápido hoy o podrían venir a buscarte ¿donde lo quieres?   - Ahj, en mi boca, lo quiero en mi boca. Apenas podía hablar, de nuevo gemía y gemía, justo un segundo después de ...