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Cruce de rutas
Fecha: 31/12/2020, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... embeleso. Y abrí el pote y le unté bien el ano. -Uy, me gustan tus caricias, -Esperá. Ya verás . Una vez bien untado el orto, me pasé la crema por los dedos. Introduje el índice suavemente. -Si te molesta decime. Lo saco. -No, para nada, sos muy suave. Lo introduje despacio hasta que el dedo ya no dio más. Luego el índice y el mayor, también hasta el fondo. -¿Qué tal? -Bien, bien, ninguna molestia. Seguí con los dedos, índice, mayor y anular. Los moví circularmente. -Relajate, todo bien, dale, lo tenés muy bien, hermoso en realidad. Ahora viene lo mejor. Me unté el glande y el tronco, estaba a punto. Lo apoyé en el agujerito. Comencé a empujar. -¡Oh, oh! ¡Lo siento! ¡Me metiste la cabeza! -¿Te molesta? -¡No, no, nada! ¡Seguí! La tomé de las caderas y empujé despacio. Un poquito adentro, un poquito para afuera, un poquito adentro… Así hasta chocar con los huevos sus glúteos. -¡Dios! ¡Qué lindo es! ¡Tengo la sensación de que me tocas la campanilla! ¡Jajaja! Carmela reía con todo el cuerpo. Unas de mis manos pasó de la cadera a la concha. Alcancé el clítoris y acaricié suavemente. -¡Ay, ay, ay! ¡Lo que faltaba! ¡No aguanto mááááás! - Y se ...
... mandó tremenda acabada. ¡Para qué! ¡Me pasó lo mismo! ¡Le mandé tanto semen que pensé me sacaría la pija hacia afuera! -¡Jajajaja!!!! – Nos reímos y gozamos a dúo. Me quedé encima hasta que se ablandó. La saqué de a poquito. -¡También así es lindo! Siento como sale despacito. Cuando la saqué del todo el semen le chorreaba entre los muslos. -¡Uy! ¡Parece que tengo diarrea! ¡Jajajaja! ¡Qué enchastre! Ayudé a que se ponga en vertical. Carmela sin dudar se pasaba las manos por las piernas recogiendo todo lo que podía y se la llevaba a la boca. -¡No quiero desperdiciar nada! – La ayudé. También recogía mi semen y lo llevaba a su boca. - ¡Está riquísimo! Estoy maravillada. Nunca pensé que sería tan lindo sentirte adentro del recto. ¡Tenemos que hacerlo de vuelta! -Esperá, tengo que recuperarme. -No lo digo ahora mismo. En cualquier otro momento, en la cama por ejemplo. -¿No te gustó sobre la mesa? -Sí, claro que me gustó, pero para variar. Ahora vamos a descansar. -Te ayudo a limpiar. – Tomé un trapo de la cocina y lo pasé por los restos de semen del piso. Esto no termina aquí. ¡La “vacacioncita” de unas horas se transformará en una semana!