UN DÍA DE REYES - Relatos Eróticos

UN DÍA DE REYES

... nene...

Puse mis piernas a cada lado, me puse lubricante y como sabía que él era virgen, no use protección. Con todo mundo, incluso con mis novios uso protección, pero con él no era necesario. Tenía dos semanas de haberme hecho mis pruebas y siempre salgo limpio debido a que no hay relación sin protección.
Me puse lubricante en el ano, le puse lubricante en su pene, y lo empecé a introducir poco a poco en mi culo, escuchar sus gemidos mientras entraba su pene por primera vez a un culo me prendió, mi verga estaba durísima, comencé a cabalgarlo lentamente. Le acariciaba el pecho, las piernas, le gemía al oído y lo besaba en el cuello o en la boca mientras me cogía... todo era espectacular: un joven virgen hermoso, en su casa, en cama de su mama y hermana, un día entes de reyes, estrenándolo, siendo cogido por él... y para ser su primera vez era muy aguantador... cambiamos varias veces de posiciones, sudamos juntos, terminamos cansados cuando por fin se vino adentro de mí. Yo estaba boca abajo y él sobre mi espalda, estábamos gimiendo del placer del orgasmo que disfrutamos.

Lo besé tiernamente mientras veía mi reloj, él fue al sanitario. Eran casi las 10 pm, casi tres horas cogiendo y disfrutando de aquel chico. Las luces aun estaban apagadas, salió del baño y lo llevé al sofá, lo senté y comencé a mamarle la verga, no habían pasado ni cinco minutos después de que eyaculara y ya la tenía durísima de nuevo, no iba a desaprovecharla... volví a montarme y me cogío ahora en ...

... su sala. Lamentablemente no fue mucho tiempo más, ya que, yo tenía que volver a casa. No alcanzó a terminar pero quedó bien servido. Encendió las luces, le daba pena que lo viera desnudo así que con sus manos cubría su pene y bolas, lo tomé por la cintura y le dije a la cara:

- Que no te de pena. Estuvimos juntos porque querías, has sentido y visto mi cuerpo, déjame ver el tuyo que es hermoso - hizo una carita de ángel, muy tierno y me besó.

- Tienes razón, y me encantó.

Se quitó las manos y desnudo por su piso comenzó a buscar su ropa, ya no le importaba que lo viera, al contrario, se sentía libre, y creo que hasta sentía la sensualidad del momento al vernos desnudos buscando nuestras ropas por todo el lugar. Detrás de la puerta se escucharon personas y pensamos que era neustro fin, que alguien había llegado, pero eran los vecinos de los otros pisos que llegaban precisamente a esas horas.
Terminé de vestirme, me regaló un poco de gel para peinarme. Le pregunté si quería ayuda para recoger todo el relajo (tender la cama, acomodar el sofá, etc.), pero no hubo necesidad, dijo que él lo haría. Salí como un profugo de aquella casa para que los vecinos de arriba no me vieran y me fui a mi casa.

Unas semanas después vi que el chico comenzó a trabajar en un mini súper (parecido a las tiendas Neto) a una duadra se du casa, y lo veo seguido. Sólo dos veces más hemos podido vernos, aunque ha tenido que ser muy rápido porque trabaja toda la tarde en la tienda o porque su ...