Mis deseos prohibidos 8. Primera vez Parte 3 - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 8. Primera vez Parte 3

... dolerá pero si dolía, sentí como su verga se hundía dentro de mi palpitando, entraba y salía, y en cada entrada empujaba un poco más ¡delicioso! Me estaban haciendo mujer por el culo y era delicioso, dolía, si, pero daba más placer que dolor, tenía una verga de hombre dentro de mi pequeño cuerpo... aguante caso toda su verga, me habrá faltado 2 centímetros, pero al pedirle que lo hiciera más fuerte sólo podía aguantar la mitad. Sentir su verga durísima entrando y saliendo de mi me están haciendo sentir tan caliente, tan loca, estaba disfrutando al máximo que me desvirgara el culo, sólo sentía, sentía todo, cada centímetro, él grosor abriéndome, empujando más y más dentro de mi, en mi mente sólo daban vuelta las ideas de mis fantasías, de lo delicioso y único que era este momento: Al fin; al fin tenía a un hombre dentro de mi, al fin estaba gozando como las mujeres de las pornos, al fin me estaba haciendo mujer, un hombre estaba haciendome lo mismo que tanto había visto hacerle a otras, estaba adentro de mi, mi culo estaba comiendo su verga, sus embestidas no podían hacer que su verga entrará más en mi pero me movían a su ritmo, mi cuerpo se sacudía levemente en cada entrada de su verga, por mis muslos un río de mis jugos escurría por delante y por detrás, sus bolas alcanzaban a acariciar mis nalgas... -¡mas, más, más papi, dame más amor, rómpeme, duro, por favor!  - lo que tu pidas amor...  Me sentía tan sucia y me gustaba, gemía como las putas de las pornos, le pedía más ...

... como las putitas de los vídeo de ya saben que, sentía cuando se hundía más que dolía pero no me importaba, quería sentir toda su verga entera dentro de mis entrañas... poco a poco su verga empujaba más y más, yo sufría de placer Y de dolor, sus bolas al fin tocaban mis nalgas y yo me sorprendí de saber que me estaba metiendo la verga entera, mi ano estaba abierto a su disposición, cada centímetro que entraba era un centímetro que desvirgaba, era un centímetro que antes de ese día no conocía verga y sólo la soñaba.  Sentí que comenzaba a darme sin piedad, sin miedo, me sostenía de la cadera con una mano y con la otra masajeaa mi tetita, y  yo, sentía algo que me quemaba por dentro, era su puta y me encantaba, era su perrita, su mujercita y su juguete.... Sentí como el orgasmo se acercaba, quería su  leche dentro de mi, la deseaba con locura; sus embestidas ahora me sacudían con fuerza, y comencé a gritar de placer y a estallar antes de que el acabara.. Con fuerza los chorros trataban de escapar entre mis piernas salpicando todo alrededor, esto lo volvió poco y me penetró dan fuerte y tan adentro que, a pesar de estar teniendo un orgasmo de la más intensos de mi corta vida, dolió mucho y me hizo llorar un poquito, y esto no me apagó, me hizo sentir con más intensidad el orgasmo, orgasmo que de nuevo se incrementó al escucharlo gemir con fuerza y sentir los chorros de semen valiente que bañaban mi recto y mi intestino, tan calientes, abundantes y profundos... dos chorros míos ...