Mis deseos prohibidos 8. Primera vez Parte 3 - Relatos Eróticos

Mis deseos prohibidos 8. Primera vez Parte 3

... volvieron a salpicar. Vaya que me eyaculaba.

Sentí su pene hacerse pequeño pero cuando se quiso quitar se lo impedi:  - no salgas. Dije juntando mi aliento: - no sigas quédate así, déjalo ahí hasta que este normal.  Después de unos minutos su pene se deslizó fuera de mi ano. Por suerte no se mancho aunque poco nos hubiera importado. Limpió mis lágrimas con sus dedos. Lo vi tomar papel.  - espera, yo te limpio. Le dije mientras tomaba el papel y su pene, estaba sólo cubierto de su propio semen así que sin pensarlo y por instinto lo chupé... sabía a su rico semen pero también tenía un olor, el de mi ano, no me molestó, me excitó.  Terminé de limpiarlo y se acostó conmigo de cucharita, connau pene en mis nalgas, y así nos quedamos un rato.. dormí como media hora, sentía mi ano palpitando, grande, un poco adolorido pero lleno de placer. Me guiña mi casa sintiéndome más mujer, más bonita, más buena. Al llegar a casa no estaba mi mamá y decidí observar mi ano. Se veía algo irritado, de hecho vería luego algo de sangre cuando hice del baño, eso más que otra cosa me hizo sentir como orgullosa, y no pude evitar meterme un dedo, con placer pero también con algo de dolor, dolor que sentí por dentro unos días pero era algo rico, y cada que estaba en la escuela y pensaba en que esos pequeños malestares eran por haber cogido por el año me excitaba.

Ahora hubo algo más que hacer, ahora todo lo demás añadimos sexo ...

... anal. Las siguientes veces las disfruté más y pudo cogerme con más fuerza. Se acercaba lo mejor. Ya hacía casi un año de mi despertar sexual y unos meses menos de comenzar a descubrir todo con Ricardo, con un doble 1 de edad ahora me parece increíble haber hecho tanto¡!¡! Pero empezó entonces para mi era lo que deseaba, lo que pedía, lo que soñaba. Y decidí que para mi cumple haría lo que me faltaba, lo máximo que anhelaba, entregarle mi virginidad por completo.

Los días siguientes fueron como los meses anteriores pero más intensos. Ahora también había veces que el iba a mi casa, en vacaciones cuando yo estaba sola en casa y mamá trabajando. Mi cama comenzó a ser el lugar de todo el sexo. No corríamos riesgos, la mayoría de las veces era en nuestro nido. Salimos unas veces, yo decía que iba a hacer tarea en las compus, me salía a escondidas con el en su carro y hacíamos todas nuestras locuras en el carro o en otros lugares. Conocer los moteles me encantó porque podía gritar todo lo que quisiera, estaba loca desde chiquita. También me enseñó a depilarme perfectamente y me mantenía lampiña y me encantaba.

Cumplí los 21 al revés. Le dije lo que quería de regalo y me dijo que sería muy especial. Le pedí que fuera en nuestro nido, él lugar donde me sentía más cómoda, pero había que idear como hacer para que no hubiera nadie cerca, por si hacíamos mucho ruido.

En el siguiente relato por fin, mi primera vez .