1. Yiyo


    Fecha: 29/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos

    ... a sus espaldas. Con una mano aferré su cadera, con la otra agarré fuerte mi pica para apoyarla en la boca cerrada de su esfínter. Empujé despacio. Estaba tan lubricado que no me costó ganar terreno. Ya casi loco de lujuria vi perderse la cabeza de la poronga en sus adentros. Un pequeño gemido me hizo detener.
    
    -Te duele?
    
    -Solo un poquito pero lo soporto… sé que no me harás daño!
    
    -Claro que no… quiero darte placer, no dolor. Cogerte bien rico…
    
    Empujé otro poco y le clavé media verga. Retrocedí y avancé… retrocedí y avancé. El juego lo puso más que frenético. Me acompañaba. Retrocediendo cuando yo avanzaba y quitándose cuando yo retrocedía. Cuando supe que estaba listo lo tomé de ambas caderas y le mandé la verga hasta el fondo de su ser. Lanzó un gemido pero no de dolor.
    
    –Ahora si eres totalmente mi macho… no dejes de cogerme… cógeme fuerte… coge mi culo. Y cómo no cogerlo? Enardecido fui y vine varias veces. Hasta el fondo para casi quitar la verga y llevarla nuevamente a lo profundo de su cuerpo. Se la saqué y me miro extrañado.
    
    –Te cansaste?
    
    -No… probaremos de otra forma… Lo hice acostar boca arriba y levantar las piernas abiertas. Su orto así se me ofreció, totalmente abierto. No tuvo problemas en volver a recibirme dentro ni yo remilgos en penetrarlo de un solo golpe. Volví a cogerlo con fuerza. Gemía y se movía a cada estocada. Su pequeña verga estaba a punto de estallar y no atinaba a tocarla. Traje su mano, hice que se la agarrara y le pedí que se ...
    ... masturbara. Con mis furiosos juegos anales y el meneo, no tardó en eyacular estruendosamente. Lanzó un grito agónico en tanto su leche le saltó al pecho. Se la frotó y desparramó por las tetillas. Sin dejar de cogerlo, me acerque y besé sus labios aún pintados. Nuestras lenguas serpenteaban de una boca a la otra. Mis huevos pedían a gritos ser vaciados.
    
    -Ahora si te daré mi leche…
    
    -Siiii, por favor, llena mi sediento culo… llénalo de tu lechita.
    
    Aumenté todavía más el ritmo y sentí venir mis líquidos. Acabé de una forma extraordinaria, alocadamente placentera.
    
    -Aaaah, dijo… la sentí bien adentro. Tu leche me quema el ojete… que divino.
    
    Me dejé caer a su lado y Yiyo me beso con suma pasión. Fue hasta mi verga que aún manaba esperma para dedicarse a lamerla, a limpiarla.. A los pocos minutos, casi enseguida y merced al buen trato bucal, mi miembro comenzó otra vez a erectar… Debo ser sincero y reconocer que, cogiendo con una mujer, me costaba recomponerme. Pero Yiyo lo logró y merecía su premio. Volvió a colocarse en cuatro. Con sus dedos untó la leche que aún le brotaba del ano para lubricarse, como supiera que eso me pondría más loco. Apunté, presioné, entré y cogí. Sus gemidos me informaban del gusto, del placer que sentía. Juegos. Una estocada a fondo, una estocada a la mitad. Siempre sin perder la boca de su túnel y mi barra de carne jugando. Me auto excitaba.
    
    -No acabes todavía! Cógeme mucho… cógeme bien… Mmm! Tengo otra vez la verga a mil… Quiero paja y ...