La hija del presidente - Relatos Eróticos

La hija del presidente

... cachetes perfectos unos ojos cafés casi verdes rodeados de pestañas naturales perfectas con unas finas sejas y su piel casi parecia de porcelana.

La chica del buen culo, así la ubique en ese momento, chocó conmigo e hicimos contacto visual mientras bajaba las escalera… ella me pidió perdón rápidamente mientras se reía y continuaba corriendo de lo que parecían ser 4 guardaespaldas que portaban una placa insignia que no había visto antes.

Después de eso conseguí el limpiador y volví a clase, pero estaba en mi mente aquella chica, por la tarde hice algo de ejercicio para liberar mi mente pero no lograba sacarla de mi cabeza hasta el punto que no pude resistir mis instintos y me masturbe…

Estaba sobre mi cama, era medio día y en mi ventana se reflejaba ya el atardecer, me quite los pantalones y la ropa interior… me deje la playera y comencé lentamente a sobarme las bolas pensando en la chica de hacia un rato, luego sus tetas invadieron mis pensamientos y comencé a frotar rápidamente el tronco de mi verga… ya estaba por venirme cuando me la imaginé solo con su faldita y bra sobre mi cama chupándome y tragándose por completo mi verga.

Nunca había disfrutado tanto una jalada, termine cubierto de mi semen y después cerré mis ojos para dormir.


Capítulo 3 -Fin de semana solitario?

Ya había pasado la primera semana de clases, seguia siendo el nuevo y el raro del salón por lo que no tenía todavía amigos o con quien pasar el tiempo, no todos los que asistían estaban ...

... internados como yo y la mayoría vivían en la ciudad por lo que parecía estar desolado el colegio ese sábado.

Me desperté, desayune, termine mis tareas y no era ni siquiera la 1 pm aún por lo que decidí ir al gimnasio y hacer algo de ejercicio, luego corrí un par de veces por al rededor de la escuela y aún me quedaba mucho día libre. Ya no aguantaba más desgaste físico por lo que me decidí ir a la biblioteca para usar una computadora y distraerme un rato con algún video, película o juego. Vi que fuera de la biblioteca estaban los 4 guardaespaldas del otro día que perseguían a la chica, estaban fumando y parecían no tener mucho que hacer, antes de entrar les pregunté si podía pasar. Yo soy un chico delgado que honestamente no se ve nada intimidante, cabello corto obscuro y bien arreglado, con rostro gentil y amable que según algunas chicas de mi colonia consideran guapo. Me dejaron pasar sin problema y me dirigí hacia una pc.

Tenían computadoras de último modelo apple y estaban en pequeños cubículos como si fueran oficinas, en la biblioteca no habían ni un alma, ni una encargada, maestra o alumno presente.

Comencé a ver una película de acción que de vez en cuando tenía algo de sexo… no me molestaba tener el volumen alto ya que según yo no había nadie, a momentos volteaba a ver detrás de mi pues sentía que alguien se asomaba o me veía desde alguno de los estantes de libros adyacentes a los cubículos de los computadores, paso un rato y se me quitó la paranoia… eran ya las ...