La hija del presidente - Relatos Eróticos

La hija del presidente

... como que era para lavarme de ese lado donde estaba ella.
Iba a tomar mi barrita de jabón para usarlo pero por estar distraído viendo como las gotas de agua rebotaban sobre sus pequeños pezones rosados y luego se escurrían por la curva de sus tetas deslizándose después a su cintura y terminando en su firme culito lo deje resbalar y cayó debajo de sus pies…
-hay! JAJAJA esta vivo tu jabón ah… como te llamas?
Exclamó y preguntó ella
-me llamo yo como me llamo ah Luis! Si, tu como te llamas?
Pregunté mientras volteaba sólo mi cabeza a verla de los pies donde estaba el jabón hacia arriba, haciendo una parada larga en sus tetas y ya después viéndola a los ojos.
-Camila, me puedes decir Camila okay?
Me dijo ella mientras pasaba sus dedos por sus brazos hacia su cuello y de ahí a su cabello negro del cual se asomaba un mechón azul muy discreto.
Le sonreí y le dije con confianza 
-mucho gusto Camila
Camila tomo una botella de su jabón laquido que rápidamente se convirtió en espuma, se lo froto encima y quedó parcialmente cubierta de espuma jabonosa y blanca
-toma Luis puedes usar de mi jabón si gustas
Dijo ella con un tono amable, estaba ya en mi regadera cuando lo dijo casi pegada a mi oído.
Yo solo sentí como de pronto unas pequeñas y delicadas manos me untaban jabón encima que igual se convertía rápidamente en espuma.
Camila me aplicaba en los hombros, brazos, pecho y luego abdomen lentamente la espuma y cada vez se acercaba más hasta que solo nos separaban unos ...

... centímetros de distancia… 
mi verga igual tenía ya algo de la espuma que le caí encima. 
-creo que tienes algo aquí Camila
Le dije mientras con mi mano derecha tocaba su espumoso y rico seno izquierdo, lentamente lo apreté y ella soltó un leve suspiro de placer… lo apreté las fuerte y gimió de placer.
Camila pegó su delgado y esbelto abdomen a mi verga, luego puso sus manos en mi culo y fue subiendo hasta mi espalda igual aparentadome cada vez con más fuerza.
Moví mis manos a su culito y lo comencé a frotar de su espalda hacia sus piernas… luego lo apreté y le metí unas ricas nalgadas.
Los dos gemíamos… estaban nuestras frentes pegadas y nuestras narices se acariciaban como si fuera un tierno beso de esquimal.
-hace rato creo que te vi en la biblioteca haciendo travesuras
Dijo Camila mientras suspiraba y frotaba los labios de su húmeda vagina con el tronco de mi verga y su pubis se juntaba con el mío apretando la cabeza de mi verga.
-entonces eras tú? Creo que te puedo ayudar si gustas
Le dije a Camila y cada vez sentía más el calor de su cuerpo junto al mío y como el agua escurría sobre ambos. Ella acento con su cabeza y un suspiro como si de pronto fuera ella quien perdiera las palabras
Me recargue de culo contra la pared de la regadera, le di la vuelta a Camila y la recargue sobre mi, su culito le hacía sándwich a mi verga y yo solo se la frotaba por encima como había hecho antes con su vagina.
La sorprendí y deslicé mi mano por debajo de su brazo derecho, la lleve ...