¡¡Sorpresa!! - Relatos Eróticos

¡¡Sorpresa!!

... aún teníamos me puso firme de nuevo el miembro en cuestión de segundos ya estaba bombeandole el culo de nueva cuenta, ella es una chica de al menos 1.60 mts y de cuerpo firme, quizás unos 60 kg o más de peso, yo me encontraba ya incómodo en ese sofá, la tomé por la cadera sin salirme de ella y la levanté, sentía su peso pero aún así una vez que estuve de pie despacio empecé a caminar camino a su recamara, era mucho esfuerzo y me daba mis sea ansia cada ciertos pasos hasta llegar a la cama en dónde me deje caer encima de ella quien me miraba con sus grande ojos oscuros, su pelo rizado y mojado de sudor cubriendo su rostro la hacían ver más bella de lo que es.

No dure mucho tiempo y volví a venirme dentro de su culo virgen hasta hacia apenas unos minutos, esta vez quede desfallecido y me recostar su lado abrazándola, tratando de recuperar mi respiración..

-Ufff Ara, no pensé que fuera a ocurrir me algo tan delicioso y hermoso contigo tan pronto.

-Ni yo ¡Pero oye, que fuerza tienes al tráeme así como lo hiciste desde la salita hasta la cama! Recuerdo que en la escuela estabas casi de la misma complexión que ahora, pero no sé te marcaban los brazos como hoy, me encanta sentir tus brazos fuertes abrazándome.

-Bueno, es que en el negocio que tengo implica usar también la fuerza y me gusta ser útil en ello.

-Mmmm, ...

... mira que me duele mi colita ¿no sientes remordimiento de lo que me hiciste? Me dijo a manera de chiste con una sonrisa.

- No porque tú me lo permitiste.

- Es que es raro, sentía dolor pero era un dolor que a la vez me hacía sentir placer. No me imaginé que pudiera disfrutar tanto por ahí.

-Ya ves, es que te negabas a dejarte llevar, te reprimias tu propio placer.

-Es que tú llegaste y no me pediste, simplemente llegaste y eso de mete tu boca así sin más me tomo por sorpresa, no me dejaste reaccionar 

-Eso es lo mejor, y lo mejor es que pude hacer mío algo tan tuyo.

Mientras hablábamos, me jugaba mi flácido miembro que muy lento comenzó a ponerse duro, está ves fue ella quien tomo la iniciativa y se montó en el, cabalgandome por largo rato, delitandome con sus gestos, chupando sus pezones, masajaendolos al igual que sus nalgas, besando sus labios hasta que me volvía a venir, esta vez dentro de su vagina, al terminar se quedó recostada en mi pecho y durmió, al otro día por la mañana todavía volvimos a hacerlo un par de veces más, cuando salí en busca del mecánico para que revisara mi auto vi que mi cuello llevaba marcas de los mordiscos que me dió... Pero que no han sido los únicos ni la última vez pues casi cada semana nos vemos y por lo general al menos una vez me entrega ese hermoso culo que ya es mío.