Unas vacaciones con mi madre - Relatos Eróticos

Unas vacaciones con mi madre

... alrededor del pezón. Ella suspiraba con más fuerza que antes.

-Lo haces genial, ya te puedes levantar.

Me erguí mirándola. Pensaba que esa sería la lección.

-Cuando estés en esta situación no pares, sigue jugando con su cuerpo mientras bajas, lame la tripa y el ombligo hasta su pubis.

-Pero sigo tocando?

-Claro, le tocas un poco los costados y cuando llegues a su pubis para. Aquí tienes dos opciones, si tiene pelos como yo ahora, párate sobre ellos, huelelos, lamelo incluso y se los tocas poco a poco. Si en el caso de que esté depilada sigue bajando, pero sin llegar a su coño.

Me resultaba raro escucharla decir coño o polla porque nunca había hablado así delante mía, pero a decir verdad escucharlo de la boca de tu madre aumenta el morbo. Sin dejar de describir la situación continuó su explicación.

-Antes de pasar al placer haz que se caliente aún más y que esté deseosa por tí. Tienes que seguir la dirección de una pierna y llegar hasta la parte interior de su muslo. Besar la zona y lamerla. Eso siempre funciona y no te puedes imaginar lo cachondas que nos ponemos. Si acabas con una vuelve al pubis y te vas por la otra pierna y haces lo mismo. Mientras más te demores en sus muslos te puedo asegurar que el placer se multiplicará por mil.

-Y qué hago cuando llegue a los muslos?

-Lo mismo, los besas, lames, puedes morder pero sin hacer fuerza, chupetones... Lo que se te ocurra.

-Vale.

-Ahora te toca la práctica, imagina que sigues con las tetas, ...

... pues ya puedes comenzar a bajar.

Me incliné sobre su estómago y empecé a besar y maler. Seguí los pasos que ella me decía a cada momento. Hice todo el proceso a hasta que me pidió que parara cuando llegué al segundo muslo.

-Para que veas que no te miento, tocame el coño.

Así lo hice y me sorprendió lo húmedo que estaba.

-Ves que mojada estoy, te aseguro que en este punto ya no hay vuelta atrás. Levántate. 

Otra lección se venía y mientras me lo explicaba a detalle me agarré la polla y me la meneé delante suya. Al parecer no le gustó que me pajeara y me retiró la mano. 

-Estáte quieto!! Hay una regla que nunca debes romper. Si la chica te ve tocarte, pensará que no te hace falta, por el contrario, si te ve entregado a ella te lo devolverá. 

-Perdón. 

-Estamos aprendiendo es normal. Ahora continúa por donde estabas. 

Me volví a inclinar sobre su estómago y lo lamí y besé otra vez. Seguí bajando hasta su peludo pubis. 

-Te gusta peludito? Así lo lleva esa actriz que ves. 

-Si. 

Proseguí con la enseñanza práctica e hice lo que me detalló hace unos minutos. Olí los pelillos y me restregué por ellos, pasé la lengua y disfruté. Miré a su cara desde mi posición y ella me devolvió la mirada. Me acarició la cabeza y me sonrió. 

-Aprendes rápido cariño. 

Bajé la mirada y continué por su muslo derecho rozando mis labios con su piel. Le besé toda la parte interna del muslo hasta llegar a su ingle y casi parte de su nalga. Con la lengua fuera retomé ...