El don que me complace a cambio de ser su p... - Relatos Eróticos

El don que me complace a cambio de ser su p...

... pantalones entubados me medio ató de las muñecas al tubo, quedé con mis manos en alto y recargada al tubo, comenzó a besar mis labios y cuellos, bajo a mi cuellos, me dio unos mordiscos a mis axilas y pechos. Después bajo amo pubis y metió su lengua en mi entrepierna, chupo y lamió mi botoncito haciendo que me viniera en su cara, tomar mis piernas y las subió a sus hombros, estaba yo muy incomoda pero me está aguantando, de mi rajita pasaba a chupar mi ano, metía su lengua y me lo acariciaba con sus manos, me tenía muy excitada, de pronto sentí como un dedo de su mano se estaba abriendo paso en mi cola, el me dolía pero sentía mucho placer, le protesté pero no me hizo caso y siguio metiéndolo y sacándolo, poco a poco iba sintiendo más placer que dolor, y también poco a poco iba abriéndose paso en mi huequito otro dedo, yo no podía moverme y sentía mis brazos entumido. No dejaba de masturbar mi colita, ahora ya me tenía tres dedos dentro y aunque le decía que se detuviera no lo hizo, y cuando lo hizo me saco los dedos  me dio una deliciosa lamida en ella, después de se colocó frente a mi y beso mis labios, le pedí que me soltara pero se negó

-No mi putita, aún no, ahora vas a ser mía por completo, dicho esto beso mis labios y me levanto las piernas abriéndome las y metiéndose entre ellas cuando de pronto siento como me coloco la punta de su cosa en mi cola

-No, así lo papito. -Le dije asustada pero no me hizo caso, y despacio me la fue metiendo, llore de dolor pero su ...

... boca callo mis labios, después se dio vuelta y yo quedé frente al espejo, me excito el verme con las manos hacia arriba atada con mis pantalones y su enorme y musculosa espalda tapando mi diminuto cuerpo, veía como  apretaba sus nalgas cada que me la metía con fuerza en mi colita, mi cara y cabellos mojados en esa mezcla de agua recién bañada y sudor, mis ojos ojerosos, mi cara demacrada pero llevaba gozando de lo lindo, le mordía el hombro que tenía a mi alcance y el don no se inmutaba, me seguía cogiendo el ano y diciéndome cosas obscenas que mantenían cachonda, de momento y en el cansancio de mis brazos di un fuerte tirón sacándome de mi atadura. Me abrace al cuello de don Fer  pero el seguía en lo suyo, cogiendo mi colita y yo ahora disfrutando a plenitud. Me llevo a la cama y después de un beso a mis labios me pasó una pierna por enfrente de el y me giro sobre su miembro hasta dejarme a gatas en la cama, así me empezó a nalguear con fuerza, mis nalguitas me ardían y a través del espejo que estaba tras de nosotros pude ver al voltear hacia atrás, cómo se ponían rojas de tanta nalgada que recibian. Me tomo del pelo y me jalo para atras dandome cada vez más duro y yo gimiendo con fuerza, mis gemidos retumbaban en el eco de la habitación, me coloco totalmente boca abajo y siguió cogiéndome hasta que explotó dentro de mi. Se quedó quieto y recostado sobre mi cuerpo, dentro de mi colita adolorida sentía como iba perdiendo fuerza  hasta que se dejó caer a mi lado, me abrazo y ...