La amiga de mi novia - Relatos Eróticos

La amiga de mi novia

Sofía era amiga de mi novia, le pidieron la renuncia en su anterior trabajo por ser una persona conflictiva, mi novia la acogió en su oficina, con un sueldo menor, pero era trabajo al fin y al cabo. A mi no me caía nada bien, pero tuve que soportar su presencia desde el primer día, comía con nosotros, salía de compras con nosotros, en fin, todo el tiempo estaba con nosotros. En todas partes le gustaba llamar la atención, no está de más decir que era de una belleza un poco rara, ojos grandes, boca carnosa, poco busto, caderona y nalgona, gustaba de usar ropa llamativa, ajustada o reducida.  En una ocasión acompañé a mi novia a comprar ropa, por supuesto que ella fue con nosotros, Rocío, mi novia acostumbraba salir del vestidos para mostrarme la ropa que se iba probando, ese día no fue la excepción, Sofía hizo lo mismo, sólo que ella eligió prendas muy llamativas que finalmente no compró. Sofía salía con cada prenda que se probaba, faldas muy cortas que al darse la vuelta permitía ver sus nalgas ahogando su tanga, camisetas sin bra, un leggins beige en que se le marcaba completamente la pucha, me puso a mil.  Rocío se dio cuenta de todo ello y mostró cierta molestia sin decir nada, todo ello me lo dijo una vez que Sofía renunció a la oficina.

Desde ese día ya no podía ver a Sofía de otra manera, en todo momento buscaba admirar sus nalgas, está de más decir que su manera de caminar provocaba a todo mundo, en una ocasión salimos a bailar, dos parejas de amigos, Rocío y yo y ...

... Sofía sin pareja, nunca la había visto bailar, sus movimientos eran muy sensuales, el movimiento de sus caderas hipnotizaban a quien la veía, me pidió que bailara con ella, sentir su cuerpo pegado al mio me excitó demasiado, en un descuido una de mis manos se posó por un momento en sus nalgas, sólo me sonrió y se pegó aún más a mi, al terminar el baile nos dirigimos a la mesa, me tomó de la mano y, de manera descuidada, eso creí se la pegó a sus nalgas, sentir en el dorso de la mano la división de sus nalgas me excitó más de lo que ya estaba.  Ese día cogí con Rocío como no lo había hecho en mucho tiempo.

Un buen día, Rocío no pudo comer con nosotros, así que decidí no salir a comer, Sofía bajó a mi oficina insistiendo en que fuéramos a comer, pretexté tener mucho trabajo, así que ella decidió pedir algo para compartir en mi oficina, cuando llegó la comida cerró la puerta, el resto del personal estaba fuera de la oficina, comimos rápido y se recostó en el sillón frente a mi, su pucha se le marcaba en el pantalón, sus pezones resaltaban en su blusa, empezó a platicarme de la última relación que tuvo, la cual había durado tres años y finalmente el tipo decidió darla por terminada, terminó su plática diciendo que desde esa fecha, más de un año atrás, ella no había estado con un hombre, de pronto se dio la vuelta en el sillón quedando boca abajo, sus nalgas partidas por el pantalón tan ajustado me encendieron, ella notaba claramente el efecto que causaba en mi, derivó la plática ...