1. El chófer, las francesas y uno más...


    Fecha: 31/12/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: caroltruco, Fuente: RelatosEróticos

    Sudando, como era habitual, manejaba Genaro el primer vagón del metro.
    
    Es de esas persona que siempre, a la hora que sea y pase lo que pase, está sudado. Su cadena de oro al cuello, grande y pesada, hortera, brilla más por eso.
    
    La camisa del uniforme, azul clara, luce pegada y abierta hasta el tercer botón, enseñando orgullosa el pelo en matojo rizado del pecho. A juego con el del bigotón y el de la cabeza, claro.
    
    Castaño y abundante. Media melena setentera que combina con gorra motera cuando está fuera del trabajo. Aquí, en su asiento de la cabina, y para no perder su savoir fair se limita a colgarse las gafas de sol de pera, sus adorados lentes de judicial, en el bolsillo. Así sigue siendo él a pesar del uniforme. El espejo de los cristales reflejan todas las luces de las estaciones y los túneles. Todo un personaje el Genaro.
    
    Sus compañeros se ríen de sus barbaridades. A ellas las desconcierta con sus guarradas y su sinceridad. Una mezcla de asco, cariño y hasta calentura que no se explican muy bien porqué... sienten cuando lo ven.
    
    Está cansado. Acaba ya el turno. Última parada y a cocheras.
    
    Entra en la curva de la estación despacio. No hay nadie. El aviso de que no suba nadie yadeunaputavezquenosvamos brilla en rojo en las pantallas digitales: Este tren no admite viajeros.
    
    De repente, un milagro. No se lo puede creer. Dichosos los ojos. Dos chicas se magrean en el andén como novias en celo.
    
    Parecen extranjeras. Un lleva vestido corto de tirantes ...
    ... naranja y la otra camiseta y faldita roja. Las dos, sandalias.
    
    Joder, bendito verano, piensa Genaro. Y benditas tortilleras, también. Se ríe como tosiendo, muy él...
    
    Le ponen el paquete alerta. Una erección llega sin avisar y lo despierta de golpe.
    
    Se están comiendo enteras. La de la falda le mete la mano por debajo del vestido a la otra. Y esta le agarra el culo a la primera. Están solas, es tardísimo, es normal. Creen que están solas.
    
    ¿Pero se piensan que no hay conductor? ¿Que no las veo? Qué ricas están, joder... y como se meten la manita y la lengua y todo... joder... -ya lo dice en voz alta.
    
    Cuando se pone cachondo pierde los papeles y la vergüenza, si es que alguna vez la ha tenido.
    
    Genaro en acción.
    
    Va frenando despacio para no perderse un detalle. Sólo piensa en el pajote que se va a hacer cuando esté solo ahora en cocheras. Una manuela al final de la jornada siempre alegra. No pocas se ha hecho este verano con las guarrillas encueradas, despelotadas, como las llama él.
    
    Ohhhh... ha habido cada inspiración!: cada muslito, cada pechito y sobretodo, cada culito... Mmmmm...
    
    Se relame y detiene completamente el vagón.
    
    Bajan los pasajeros. Todos. Se queda al fin vacío. Va a arrancar con su calentón a cuestas, al retiro ya... cuando ve en una de las cámaras a las dos chicas sentadas ya dentro del tren. Siguiendo con su fiesta porno. Repasándose ahora las tetas, eso sí, por encima de la tela.
    
    A él, la tela le importa poco. Ya ha mojado el slip ...
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