Tuve que coger con su jefe
Fecha: 01/01/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: tranquilita, Fuente: RelatosEróticos
Sé que conseguir trabajo esta difícil, pero mi marido para conservarlo, tuvo que aceptar que su jefe tuviera una aventura conmigo, además como parte de su fantasía, le exigió a mi esposo que él tenía que ver cómo me cogía.
Cuando mi esposo me comento a lo que se había comprometido por conservar su trabajo, de inmediato me negué, pero me hiso ver que si no aceptaba lo iban a despedir, me dijo que ya había intentado todo, incluso había propuesto trabajar a medio sueldo, lo vi tan desesperado y tan insistente que termine por aceptar.
Yo sabía que le gustaba a su jefe, porque en varias ocasiones se me había insinuado, es muy guapo y vanidoso, pero por respeto a mi esposo nunca le hice caso.
Siempre he complacido a mi marido en sus fantacias sexuales y ya habíamos hecho algunas locuras, pero nada como esto.
Al fin llego el día y naturalmente me puse muy coqueta con ropa que fuera fácil de quitar, me puse una blusa de tirantes muy escotada y una minifalda tan corta, que a mi marido le fascino.
estaba tan nervioso, que me pidió que estuviera bien rasuradita, no especifico de donde, pero yo sabía a lo que se refería, lo triste era que de mí dependía que el conservar su trabajo, pero él estaba seguro que pronto obtendría su promoción y podría tomar venganza de tal humillación.
Cuando ya estaba lista y poco antes de que llegara su jefe, emperezamos a tomar varios tragos para agarrar valor, además de que el alcohol me ayudaría a relajarme, aun no estaba lo ...
... suficientemente borracha cuando llego, mi marido lo recibió, con un servilismo que insultaba y a mí me hacía sentir mal.
Cuando lo salude el debió haber notado que yo no era tan servil, pero olía tan rico y se notaba que toda la ropa que vestía era nueva, estaba segura que hasta los calzones que traía los estaba estrenando, siempre ha sido muy vanidoso.
De inmediato mi esposo le ofreció una copa y puso música romántica, se desvivía por atenderlo, yo me senté frente a él y con la mini falda que traía, el fácilmente me podía ver las piernas y algo más, lo que hacía con toda intención y que poco a poco a mí también me fue excitando.
Después de unos minutos de charla, su jefe me pidió que bailáramos, pero no sin antes pedirle permiso a mi esposo, que mendigo hipócrita.
En cuanto empezamos a bailar, casi de inmediato me susurro al oído, que le gustaba, en los arqueos hacíamos para mirarnos a los ojos, le pegaba intencionalmente mi pelvis en su miembro, el que empecé a sentir como se iba endureciendo, por su tamaño no estaba como para desaprovecharlo.
No deje de tomar para agarrar valor, aunque estaba ya segura que gozaría al jefe de mi marido, así que pensé que sería más fácil iniciar la aventura si su jefe me viera bailar pegadito con mi esposo.
Así que lo deje y le pedí a mi marido que bailáramos, lo abrace y de inmediato nos empezamos a besar, le hacíamos ver como nuestras lenguas se entrelazaban, eso seguramente lo encendería.
Ya estaba un poco ebria mientras bailaba ...