Los blanquísimos jamones 3 - Relatos Eróticos

Los blanquísimos jamones 3

... Te levantás y te agachás rápido. Vos sabes.
-Claro. ¡Soy una experta!
Después de varios orgasmos de Araceli y de mi acabada en su boca, tome mi pastillita para una segunda sesión y nos recostamos a recuperar fuerzas.
-¿Y que me ibas a decir de mi colita?
-Ah sí. Cuando vos quieras lo hacemos, pero antes tenés que hacer lo siguiente, para que sea más placentero y no tengas molestia ni dolor.
-¿Sabés? Me da vergüenza, pero una amiga me dijo que le dolió mucho, y luego no quiso hacerlo más y… y… que le había dado ganas de hacer caca…
-Si, eso es lo que pasa si no hacés lo que te digo.
-¿Y qué es?
-Tres o cuatro horas antes que nos encontremos tener que hacer…, bueno…, ponerte un par de enemas de agua.
-¿Enemas?
-Si, la conseguís en cualquier faramcia. No digas que vas a coger por el culo… 
-¡Jajaja! ¡Caradura!
-Eso limpia muy bien los intestinos y el recto…, y luego de ir al baño, que vas a despedir todo lo que tenés adentro…, no tenés que comer absolutamente nada… y quedás de rechupete.
-¿En serio es así?
-Si, así, tal como te digo.
	Cuando llegó el momento, “mi” momento, buscamos cogidas innovadoras, pero teniendo en cuenta que yo no estaba para hacer acrobacia. Incluso cogimos en el baño, cuando nos bañamos. Cuando le dije a la nena que se agarre de las canillas y se agache, me preguntó, algo asombrada:
-¿No es qué no me la darías por la colita?
-Por supuesto que no. Te la meto por la conchita. – La tomé fuerte de las tetas y se la clavé rápidamente, y entre ...

... bombeo y bombeo la sacaba y le acariciaba el clítoris con el glande.
-¡Ay loquito! ¡Así no terminamos de bañarnos nunca! ¿Veeeesss? ¡Me viene otra vez!
Pero “acabamos” muy bien y nos fuimos contentos…
Con “las tías” todo fue muy bien. En cuatro o cinco semanas ellas me mandaron todos los documentos gráficos y explicativos que yo necesitaba para hacer los cálculos y diseñar la estructura.
A las 24 o 48 horas ellas tenían todo de vuelta. Solamente tuve que ir un par de veces para consultas más complicadas. De cualquier manera no me molestaba en absoluto ir, porque solamente verlas a ellas… y a Araceli, era reconfortante. Ellas estaban muy satisfechas con mi trabajo.
De cualquier manera seguíamos viéndonos con Araceli uno o dos veces por semana. Fue uno de esos días cuando me dijo “estoy preparada”. 
-¿Para qué?
-Para que me la des por la colita.
-¡Oh, fantástico!
-Y traje vaselina. No me habías dicho nada de eso.
-Es que suponía que me ibas a avisar antes y la traería yo. ¿Y cómo supiste?
-Se lo comenté a mi amiga y ella me dijo de que convenía.
	Parece que Araceli también alardeaba que cogía con un “veterano”.
-Bueno, todo preparado. 
Fuimos al telo, nos desnudamos, nos bañamos, e hicimos los primeros “aprestamientos”: chupadas, mamadas, y le puse suavemente el dedo índice en el agujerito.
-Despacito…
-Si. Seguro. Si te llega molestar o doler decime.
-No, por ahora no.
-Tratá de relajarte lo más posible.
Como estaba a lo perrito, con el culito bien arriba, ...