Calcetas rojas - Relatos Eróticos

Calcetas rojas

Mi historia comienza cuando aun no entraba siquiera a la adolescencia, siempre fui de casa y no de juegos con los demás niños de la familia o de la cuadra en donde vivíamos.

En las casas contiguas vivian algunos familiares con quien la relación era muy cercana, se podría decir que algunos aun los vemos con el respeto como si fueran m¡s propios padres.

Con todos mis primos la relación era cordial pero no tan apegados como mis demás hermanos seria probablemente por mi actitud y mi personalidad, era mas de estar encerrado y no andar jugando como los otros.

Algunos ocasionalmente hacían comentarios acerca de mi sexualidad, pero solo quedaban en eso, en comentarios; de todos mis primos había uno que siendo de los mayores y de figura varonil era para mi como el foco de atención, pero solo eso porque me sentia timido cuando estaba cerca.

El, a quien llamaremos Tano; era el tipico chavo de 20 años, con su cuerpo mas que definido y su personalidad y vida sexual muy activa, por las muchas que llegaba a contar y tratar de apantallar a los demás de sus multiples aventuras. Era un jugador de futbol bueno, se le daba el tema de los deportes y los demás primos ansiaban ser como el y de cierta forma lo seguían mucho por eso.

Yo, como lo menciono solo lo admiraba de lejos, mantenía mi distancia y así todo tranquilo; sucedió que cierta ocasión por razones que no recuerdo a mi hermano y a mi nos dejaban encargados algunos dias con la familia de el, probablemente por cuestiones ...

... de salud; el chiste fue que recurrentemente nos quedábamos 2 o 3 dias a dormir en su casa y compartíamos habitación y cama; en un inicio el dormia con mi hermano y yo con una hermana de el, pero mi hermano al ser 5 años menor que yo aun en las noches orinaba la cama, cosa que con los dias no le caia tanto en gracia a el.

Por las siguientes ocasiones me tocaba dormir con el, todo muy tranquilo los primeros dias aunque incomodo por la forma en como me imponía y creo el se daba cuenta.

Mi morbo empezó cuando llegaba vestido con su uniforme del futbol, sudado y sucio, lo miraba y en mi sentia un calorcito por estar cerca de el y oler su cuerpo sudado, mantenia mi distancia aun asi; salvo cuando empezo a dejar algunas prendas tiradas en su cuarto y que yo me quedaria a dormir con el. Esperaba a que durmiera y tomaba alguna de esas ropas con su olor y me tapaba mi nariz tratando de quitar todo su olor y se quedara dentro de mi, siempre tomaba mis precauciones y aun recuerdo como temblaba al hacer eso por el nerviosismo de verme descubierto.
Al menos por algunas ocasiones lo segui haciendo y nunca tuve problema alguno, me limitaba en tocarlo mientras dormia por el miedo a despertarlo y resultara en algo que fuera ser malo para mi, no pasaba de roces simples. Conforme fui tomando confianza y conociendo lo pesado que era en ocasiones al dormir empece a tocar su cuerpo un poco mas, oler sus axilas cuando ponia su brazo tras su cabeza y dejar sus pelos descubiertos, aunque fue ...