Calcetas rojas - Relatos Eróticos

Calcetas rojas

... siempre limpio me gustaba capturar su olor en mi nariz. Bajar de la cama y tomar sus calcetines sudados del uso diario y olerlos sin dejar de pasar mi lengua en ocasiones por esa tela impregnada por el. 
Dos ocasiones me encontro con su ropa, pero al estar a cierta oscuridad de la noche y lo poco que entraba la luz exterior solo se limitaba a preguntar que si estaba bien y que hacia, inventaba mis excusas pero creyendo que las creería. 
Su interes por saber cosas de mi cambio un tanto, cuando en las noches antes de dormir me preguntaba que me gustaba, que hacia y que queria de mi vida, le respondia banalmente porque en realidad le tenia cierto respeto y como anteriormente solo se limitaba a dar las buenas noches y ya. Yo me quedaba callado y era solo el quien hacia las preguntas, cierto dia me pregunto sin rodeo alguno si me gustaba el olor de su ropa sudada, me quede frio sin saber que decir, sentia que mi pecho se me salia y solo me puse a llorar, era tanto mi miedo que no tuve mas respuesta que esa, solo se limito a decir que el no diria nada pero que no lo volviera hacer.

Los dias pasaron normal, y el empezó actuar de una forma un tanto desinhibida aun para cuando era la hora de dormir, si antes usaba pijama o short para dormir ahora lo hacia solo en boxer o otra prenda de ropa interior, sacaba su ropa sucia de los entrenamientos y la dejaba ahi tirada sin meterla al cesto de ropa sucia, lo empece a ver como con cierto grado de invitación pero no me queria meter en ...

... problemas asi que los primeros dias no hice nada salvo dormir.
pero como bien dicen la calentura en ocasiones llega ser muy cabrona, no tarde en regresar a mis gustos culposos, oler sus calcetas del futbol, su interior con ese olor a sudor y huevos con un aroma penetrante y lamer sus playeras en la parte de las axilas, lo hice por unos dias y no tuve problema, no fue hasta que un dia estando entregado al olor de sus prendas lo escuche hablarme, me senti como cuando entra un aire frio por tu cuerpo y piensas que se te sale el alma, en unos segundos lo tenia ya parado frente a mi, en una posicion de afrenta, me levanto del piso y me sento en la cama de un empujón, sus únicas palabras fueron no vayas a empezar de llorón!

Me quede mudo y la calentura se me escapo como un zumbido, ya solo estaba ahi inerte esperando un chingazo o la humillación frente a los demás por lo que me había encontrado haciendo, pero después de un silencio que se me hizo eterno salieron sus palabras: te gusta como huele mi ropa sucia? al no tener respuesta vino su amenaza, o respondes o le hablo a mis papas, no me quedo de otra que decirle un timido si.

:Ok, pues si te gusta y no quieres que diga nada te va tocar hacer lo que yo quiera, para mi fue como una luz al final del camino porque de cierta forma intuía a donde iba con esas palabras. Después vino un duérmete ya! mañana veremos.

se me hizo eterno la noche y la mayor parte del otro dia. Me toco cenar y darme un baño, eran ya casi las 10 de la ...