Calcetas rojas - Relatos Eróticos

Calcetas rojas

... noche y el no llegaba, no era cosa rara pero yo me sentia ansioso por saber que pasaria. Me mandaron a dormir y solo me encerre en su cuarto, al tiempo escuche llegarlo y decir que ya habia cenado y que iria a dormir ya, lo vi entrar y era su cuerpo cubierto en su traje de entrenamiento lleno de sudor y manchas verdes del cesped. solo me miro y cerro su puerta, me dijo parate que hoy vas hacer lo que yo quiera.

Te he visto oler mi ropa y he sentido tu respiracion en mi cuerpo cuando me hueles, como te gusta ahora voy a darte lo que siempre has andado haciendo directo del envase. Me hizo hincarme y quitarle las zapatillas del futbol, tenia unas calcetas rojas empapadas en sudor y suciedad del zapato, huelelas me dijo; inicie con cierta timidez pero vino sus palabras de hazlo bien! te quiero ver oliendolas bien, pasar tu lengua y dejarlas limpias, lo hice con sus dos pies y me sentia en los cielos al tener su pie en mi cara tomando su olor y sabor frescos. Me hizo lavar sus pies y dedos con mi lengua, dejarlos limpios del sudor y hasta que se sintio complacido me hizo levantarme y seguir con su axila.

Tener sus pelos humedos y pegados por el sudor cerca de mi cara fue una bola de emociones ...

... y pensamientos que no recuerdo bien como termine limpiandole sus dos axilas y parte de su costado de sus jugos, lamer su sabor y quedarme con ese preciado aroma dentro de mi fue lo mas delicioso. ver su rostro de perversion sabiendo que habia encontrado un nuevo juguete que no le iba poner pero alguno para sus cosas me hacia sentir importante, cuando escuche decirme que ahora le limpiaria los huevos fue una bomba que no esperaba, verlo bajar su short y la ropa interior, tener en mi nariz sus pelos y ese aroma penetrante solo me hizo comer con desesperacion esas gotas de humedad que habia entre su entrepierna, yo no tenia experiencia alguna en realizar sexo oral ni mucho menos del sexo, pero esa noche aprendi como debia dejarle limpia su verga y vacios su huevos. 
Asi fue el inicio, y asi fueron las primeras aventuras, solo era lamer y comer todo su aroma y sudor que habia en su cuerpo, con las experiencias el igual aprendio que conmigo podia disfrutrar otros placeres, no le fue muy indiferente meter su verga en mi culo que no conocia mas que mi propio dedo, podria decir que lo hice gozar mejor que cualquiera de sus aventuras por las tantas noches seguidas que me hizo sentir que le pertenecia.