La historia de amor entre mi hija y yo. - Relatos Eróticos

La historia de amor entre mi hija y yo.

... mujer, no te reprimas hija mía. Todo esto mientras la desnudaba como una muñeca Barbie. Al ver a mi bebé completamente entregada a mi, la bese y la lami con tranquilidad por todas partes, esos pezones eran espectaculares, las frotaba, pellizcaba, lamia y succionaba con la intencidad requerida para provocar sus primeros intentos de orgasmos, notaba su respiración ajitada y sus manos fueron bajando por mi pecho peludo hasta mi pene, sus manos eran tan suaves que no notabas cuando su mano paseaba por la cabeza e mi pene o por mis testículos. Al cabo de unos minutos de estar chupando sus tetas y ella estár jugando con mis pelotas, le dije, quieres que me debore tu coneja y prefieres chuparmela primero. 

- No se papi elige tú, 
+ Haremos ambas cosas a la vez. Una vez en la posición del 69. Yo tome la iniciativa y comencé a comerme la extraordinaria vajina de hija, mi nariz tocaba su ano mientras que mis labios se unían a los labios vaginales de mi niñita, mi lengua paseaba por todo su sexo y mi hija no se quedó atras y comenzó a lamer como una profesiónal, era muy buena, entonces le pregunté, donde aprendiste eso. 

-En los videos parioda de sexo incestuoso papi. Esto sucedía a la vez que continuaba lamiendo las cavidades internas de mi hija. 
+oh ya veo, te felicito bebe lo haces muy bien. 
-Por su puesto, porque toda mi vida quise hacer esto, desde que me comenzaron atraer los hombres, siempre pensé en ti papá. 

Continuamos con el sexo oral y las palabras de mi ...

... hija me provocaron aún más, su vajina virgen ya estaba soltando sus fluidos tan exquisitos y pene estaba ya presente con el líquido preseminal, en ese momento me detuve y saqué a mi hija. Ella pensó que algo andaba mal

+Erika no te preocupes, todo está bien, solamente es que quiero guardar hasta la última gota. 
- En eso mismo estaba pensando papá, quiero que te reserves  toda tu leche para mí concha. 

Nos besamos y posicione a mi bebé para penetrarla, ese momento previo donde mi verga se paseaba por fuera de su vajina era muy espectacular. Mi hija comenzó a desesperarce. 

-Que esperas, hazlo papá. Mientras continuaba jugueteando le dije. 
+ Desde hace años hija que siempre me imagine y envidiaba a tu posible novio porque sería el primero en hacerte mujer. 
- Por eso me guarde papá, tuve varias oportunidades de perder mi virginidad, pero me detuvo porque estoy enamorada de ti papá. Una lagrima llegó hasta su mejilla, yo con una de mis  manos la limpie. Y acto se seguido le dije:
+Te amo hija mía y la penetre lentamente hasta llegar al fondo.

Esas paredes vajinales se estaban adaptando al tamaño de mi verga, ese calor, esa humedad, esa tensión y nuestros orgarsmos hacían de ese momento un momento único e irrepetible. Éramos padre e hija que estábamos consumando nuestro amor incestuoso. Que momento más dichoso y glorioso. Nuestros cuerpos se fusionaron en uno solo a través de nuestros sexos y abrazos. 

Una vez que nuestra emoción inicial pasó, le dije a Erika, ...