La mamá de mi amiguito de secundaria me cogía - Relatos Eróticos

La mamá de mi amiguito de secundaria me cogía

... nuevo, solo atinaba a ver como sus dedos pasaban entre sus labios vaginales y se frotaba el clítoris (en ese momento no sabía ni el nombre), con un dedo me dijo que me subiera a la cama y le chupara su panochita,  subí y como un perrito me fui acercando a su parte íntima y comencé a lamerlo, ella me iba guiando, diciendo lame aquí, pasa tu lengua por aqui, hazlo más rápido, de esa forma le fui comiendo su sexo, doña Karla comenzó a gemir y a decirme que era un buen chico, que se lo hacía muy rico.  Hubo un momento que yo se lo chupaba con mucha fuerza, casi todo mi rostro estaba entre sus piernas, entonces comencé a sentir un sabor amargo y olor fuerte de su vagina, fue cuando la oí dar un gemido alto y morderse la mano con la boca, doña Karla estaba llegando a un orgasmo.  Yo lo ví, pero no lo relacioné con eso. 

-Luisito por favor métemela-, quité mi rostro de sus piernas,  me quede sin saber por donde empezar,  ella me lo repitió de nuevo, luego me dijo -ven-, me puse entre sus piernas, yo no había tenido sexo con nadie, era virgen, pero todo chico de quince ya sabe que es meter el pene en una vagina, ya sea por revistas, videos o en las redes sociales.  Asi que si sabía lo que me pedía doña Karla, me metí entre sus piernas, ella me ayudó un poco, tomó mi pene con su mano y lo guio a su vagina yo empujé y pude sentir el calorcito delicioso y la humedad de su panocha, ella gimió cuando mi pene erecto que era grande que los normal de chicos de esa edad, la penetró, ...

... luego empecé a moverme, pero ella me dijo que fuera despacio, asi que lo comencé a meter y sacar lentamente, ella lo gozaba, se podía ver por los gestos de su cara y los gemidos que daba, yo también estaba super excitado, luego me dijo que lo hiciera más rápido, asi lo hice, sus gemidos también fueron más seguidos, ella me tomó por las nalgas y me jaló hacia ella, mi pene entró todo en su vagina, -dame más duro cariño-, yo comencé a moverme más rápido y duro en su vagina, pero eso aceleró que yo estuviera cerca de correrme.  Ella lo presintió y me dijo que aguantara hasta que ella me corriera, asi que apreté todo lo que pude, ella comenzó a gritar de nuevo, sentí como su vagina se inundaba de sus jugos, mi pene nadaba en ellos.  Ya no aguanté y comencé a gemir también y descargué todo el semen que tenía, ella me abrazó y quedamos fundidos el uno con el otro, mi pene palpitaba dentro de su panochita.  Mi desvirgada acababa de ser algo fenomenal.

Luego descansamos, gotas de sudor caían de mi frente.  Ella me dijo -vistete pronto, y ve con mi hijo, ya sabes que esto será nuestro secreto-,  obedientemente me vestí y salí de su recamara.  Soñé toda la noche con doña Karla.  Para decir verdad me enamoré de ella esa noche.

A la semana, estaba regresando a la casa de mi amigo, no sabía que sucedería.  Pero doña Karla estaba igual de atenta conmigo. Yo era un chico de quince asi que primero jugamos un poco de baloncesto con Carlos Daniel, en el patio tenia una canasta.  Cuando ...