La mamá de mi amiguito de secundaria me cogía
Fecha: 15/02/2021,
Categorías:
Sexo con Maduras
Tus Relatos
Autor: yesyes, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... con mucha furia, metía sus labios vaginales entre mis labios y los mamaba y lamía, luego ella me movió con sus manos la cabeza para subirla a su clitoris, allí lamí y chupé su pepa, ella emitió un gran gemido, doña Karla se estaba corriendo, yo seguí lamiendo ese punto, sabía que eso le producía muchísimo placer, luego bajé de nuevo a su panochita y seguí mamandosela. Al rato ella me dijo que subiera, fui besando su vientre, le metí la punta de lengua en su ombligo, seguí y mamé sus buenas tetas, chupé sus pezones y luego seguí a su boca y ella me recibió con un rico beso de lenguita, ella me fue acomodando entre sus piernas, quería que se la metiera, tomó mi pene y lo puso en su vagina y luego comencé a cogerla, ella gemía y gemía y me decía -que bien me coges cariño, asi, asi!!-, comencé a moverme más rápido y profundo en su vagina caliente y muy mojada. Aceleré aún más y ella me dijo que no fuera tan desesperado, que tuviera paciencia, así que reduje y solo me fui bien profundo pero más despacio. Nos abrazamos asi quedamos fundidos, mi pene bien metido en su vagina y sus piernas sujetándome la espalda baja. Me dijo que chupara los senos y se los mamé con fuertes chupones en los pezones, ella al rato gritaba y gemía, creo que llegó a otro orgasmo. Pero me dijo que no me viniera todavía, asi que me puse a usar la técnica en no pensar en el sexo, ella terminó de correrse y me dijo que cambiaramos de posición. Ella se puso en cuatro me puso su bello y bien distribuido ...
... trasero de frente a mi, me dijo primero si le gustaba, yo le dije balbuceando que si. -Chúpame las nalgas y el culito!!- me pidió ella. Comencé a lamer como si fuera un enorme chocolate sus blancas nalgas, aveces las mordía y ella que quejaba, pero no me lo impedía. Le abrí las nalgas con ambas manos y divisé su redondo ano, le pasé la lengua y ella gimió -asi nene, asi cariño!!- me dijo. Entonces repetí varias veces lo de pasar la lengua en su redondo culito. -méteme los dedos en mi panocha!!- me ordenó. Asi que mientras le lamía el ano le metí dos dedos de su vagina y comencé a masturbarla. Los gemidos de doña Karla eran como si la estuvieran matando. Mis dedos nadaban en sus jugos vaginales calientes. Entonces me ordenó -cógeme cariño, métemela hasta dentro!!-, me puse detras de ella y tomando mi pene con la mano lo llevé a su panocha, se la metí de un solo, pues estaba muy mojada. Mi pene entró y comencé a cogerla, entrando y saliendo de su vagina. Ella gemía tanto y estaba tan excitada que bajó la cabeza a la cama y dejó su culo arriba, la tomé de la cintura y como loco comencé a darle rápido y duro, ella gritó y casi aulló de gusto, creo que de nuevo se corrió, yo segundos también comencé a eyacular adentro de la panocha hasta llenarla de mi semen. Un placer exquisito, yo ya era adicto a doña Karla. Debo decir también que ella me enseñó no solo a cogerla, sino a como hacerlo con cualquier chica, me enseño a ser paciente, a dominar mis emociones sexuales y ...