1. A mis 11 años, manoseado por el Padre Osvaldo (60 años)


    Fecha: 05/01/2018, Categorías: Gays Autor: natzareno, Fuente: SexoSinTabues

    Resulta que la escuela primaria la hice en una institución católica, allí tuve mi primera experiencia sexual. Fue cuando tenía 11 años, con un sacerdote, el de la iglesia dueña del colegio. El padre Osvaldo, era de esos sacerdotes veteranos, con algo de sobrepeso. Calvo, con un poco de cabello negro en los costados de la cabeza y en su nuca. Ojos marrones y piel blanca. Siempre simpático, le caía bien a grandes y chicos, pese a tener sus 60 años. El padre Osvaldo era el encargado de oficiar las misas de los domingos y, también, la de prepararnos a los niños del colegio para la primera comunión. Si bien, como todos los que fuimos a una escuela católica, sabemos que ni los padres ni los niños éramos religiosos fanáticos. Al pertenecer a la institución, todos los estudiantes debíamos tomar la primera comunión entre los 11 y los 12 años. Con mis 11 años de edad, al padre Osvaldo lo conocía de vista, había ido con mi familia a algunas misas, y también lo había visto en algunos actos escolares. Siempre se lo veía sonriente y saludando a todos, por eso caía bien. Mis padres me habían anotado para iniciar las clases de catequesis para la primera comunión, es allí donde hablé por primera vez con el padre Osvaldo. Eran las 18:20 de un martes, el tiempo era fresco porque estábamos en otoño. Me encontraba parado frente a la puerta de la casa del sacerdote, al lado de la iglesia que (a su vez) estaba al lado de la escuela, me sentía un poco nervioso porque había llegado demasiado ...
    ... temprano a la primera clase de catequesis, ya que comenzarían a las 19. Respiré profundo y me decidí a tocar la puerta. Del otro lado se escuchó la voz de un hombre: "-Si? ¿Quién es?" preguntó. Yo "- Mi nombre es Natzareno, vengo a la clase de catequesis" respondí con la voz temblorosa, con un poco de vergüenza por llegar más de media hora temprano. Osvaldo"- Bueno, ya te abro. " dijo el sacerdote y se escuchó el crujido de la puerta de madera que comenzaba a abrirse. "- Haz venido muy temprano, la clase es a las 19. Falta más de media hora". Me dijo el anciano de 60 años mientras algo en sus ojos me llamaba la atención. Es que el padre Osvaldo no me miraba a la cara, sino que me recorría todo el cuerpo con su mirada. Me hizo sentir un poco incómodo. Cuando tenía 11 años era un típico niño de clase media. Bien alimentado, de esos llenitos que no tienen sobre peso, pero que tampoco son puro hueso. De cabello castaño, ojos marrones claros, piel blanca, y el típico cuerpito de un nene de 11 años que esta por entrar en la pubertad. Todavía tenía los rasgos típicos de la niñez, era un nene de rasgos redondos. Lo que me daba curvas llamativas en la zona de mi cadera. Reconozco que era bastante nalgoncito y de cola parada. Aunque no era consciente del cuerpo que tenía, ni de lo que generaba eso en algunas personas. Como el sacerdote. Siempre fui bastante inocente de niño, me costaba entender todo lo relacionado al sexo. Ese día, al salir de la escuela, cerca del mediodía, regresé a mi casa ...
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