A mis 11 años, manoseado por el Padre Osvaldo (60 años)
Fecha: 05/01/2018,
Categorías:
Gays
Autor: natzareno, Fuente: SexoSinTabues
... siempre me habían enseñado que él era un hombre de dios! Terminé de quitarme el short de fútbol, sólo me faltaba el slip blanco que traía de bajo. Se nota que estaba tardando mucho en bajarme el slip porque Osvaldo me apuró: "apúrate que vendrán los otros niños y ya no podrás bañarte" me dijo con su típica sonrisa. "Es que. " no pude terminar la frase porque me estaba poniendo rojo como un tomate de la pena que me daba, pero el padre Osvaldo leyó mi mente. "Tranquilo Natzareno, no hay nada en tu cuerpo que no haya visto antes, el cuerpo humano es natural. No tienes que tener vergüenza ante mí. " De algún modo, sus palabras me tranquilizaron, en cierta forma sentí que tenía razón. Algo en la situación, me producía una sensación que hoy describiría como “morbo”. Nunca me había desnudado delante de adultos que no sean mis padres o el entrenador de fútbol, cuando me cambiaba para los partidos. Esto era algo distinto, era yo solito delante del padre Osvaldo que “estudiaba” mi cuerpo con sus ojos. Ese “morbo” me motivó a terminar de bajarme el calzoncillo, luego de las palabras de Osvaldo. “-Métete ya, que no hay mucho tiempo, querido Natzareno” me apuró nuevamente el religioso, sin quitar su mirada de mi ingle desnuda. En esa época mi pene no medía más de 7 centímetros en reposo, y unos 11 centímetros cuando se encontraba duro. Con Osvaldo mirándome, mi pene estaba en estado intermedio. Un “estado plástico”, donde mi tamaño era de unos 9 cm. Mis huevitos eran rosados y lampiños, ...
... todavía no bajaban y, mi trasero, completamente pálido y pomposo. Redondo y bien parado, realmente de niño tenía un trasero que llamaba la atención. Me metí en la pileta del jacuzzi, allí Osvaldo configuró el aparato para que me dé un hidromasaje y se puso un poco de shampoo en las manos y comenzó a fregarme el pelo con sus manos. Me encontraba sentado, desnudo en el jacuzzi, y el padre Osvaldo sentado detrás de mí, en el borde del jacuzzi, enjabonándome el cabello. En situaciones normales, con mis 11 años, no me hubiera dejado tocar por nadie, era inocente pero muy independiente. Me gustaba bañarme solo y hacer las cosas por mí mismo. Pero me encontraba en la casa de Osvaldo, una persona admirada por todos los que yo conocía. Eso por ser el sacerdote de la escuela religiosa a la que asistía. “Me quitaré la ropa para no mojarme. ” Dijo Osvaldo como si no hubiera nada raro en eso. “-Padre, si quiere me baño solo…” le dije tímidamente al padre Osvaldo, pero pareciera que no escuchó (o hizo como que no escuchó) porque se puso de pie y se quitó la camisa celeste que traía y su bermuda… ¡Me sorprendí sobremanera al ver que el padre Osvaldo no traía ropa interior y se había quedado completamente desnudo! Luego de dejar su ropa colgada en un gancho que había al lado del jacuzzi, el señor Osvaldo se sentó en el borde de la pileta, esta vez con sus pies dentro de la misma, detrás de mí. Dejando sus piernas en cada uno de mis costados y su pene a centímetros de mi nuca. El sacerdote ...