AL CUIDADO DE MIS LINDAS SOBRINITAS...
Fecha: 11/01/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues
... muy, muy lentamente. Después de unos instantes pude sentir su feminidad ceder parcialmente a mi dedo, seguramente solo ensanchándose el acceso de su himen. Introduje mi dedo lo más profundo que pude. Podía sentir el palpitar agitado de su vagina. Dejé mi dedo dentro de su sexo, hasta que, continuando con el oral, se fue relajando poco a poco. Comencé entonces a hacer presión, después de unos minutos la presión se convirtió en lentos vaivenes, al tiempo que le hacia una extraordinaria mamada. En unos diez minutos le metía y sacaba mi dedo con cierta comodidad y sin lastimarle; más aun, ella lo disfrutaba, pues notaba como ondulaba su cuerpo y gemía bien cachonda, como hacia un rato. Sus gemidos se hicieron más fuertes y constantes, y su respiración más entrecortada, para mi una señal de darle mas fuerte y lamer mas rápido su coronita. Ella arqueo totalmente su cuerpo y gimió como si estuviera llorando, justo al mismo tiempo pude sentir el mi dedo los espasmos de su primer orgasmo, que duro un rato largo. Su cuerpo empezó a aflojarse y a regresar a la cama, después de estar suspendido en el aire unos instantes. Suspiró largamente y se desmadejó sobre el colchón. Yo me quedé hundido en su sexo, aún extasiado con su sabor y el aroma de su juvenil feminidad. No dijo nada, solo se quedó en un prolongado letargo, y yo, recostado entre sus piernas. De pronto cobré conciencia de mi posición y la vista de su sexo enfrente de mi rostro, y empecé a lamer suavemente sus labios, ...
... llenándolos de saliva, que se mesclaba con sus abundantes fluidos. Después de unos diez minutos, y como mis caricias eran suaves pero constantes, como que empezó a despertar y de nuevo se empezaron a escuchar leves gemidos, y comenzó otra vez a ondular su cuerpo, suave y lentamente. Cuando sentí que se dejaba ir de nuevo por los torrentes del placer, me aparté de su sexo y me recosté junto a ella. Metí mi brazo izquierdo por debajo de su espalda y su cuello y me acomodé junto a su pecho. Ella intrigada, no dijo nada, solo miraba curiosa y expectante. Cuando sintió el primer lengüetazo sobre su pezón, soltó un sonoro gemido, lo que me dijo que mi sobrinita era altamente sensible a las caricias, y su despertar sexual estaba siendo muy explosivo y gratificante par ella, y para mi por supuesto. Lamí con voracidad sus pezones, mordí sus nacientes bubis y chupé y saboree su piel, que se erizaba ante mi contacto. Ella se dejaba hacer y disfrutaba desenfrenadamente mis caricias. Con mi mano derecha sobaba su vientre y apretaba sus nalguitas ya desarrolladas; acariciaba el interior de sus muslos y tocaba sus piernas. Por instinto tallaba mi pene en su cuerpecito, follando su piel. Poco a poco me fui acomodando arqueando mi cuerpo junto al de ella; subí su pierna derecha en la mía y fui acercando mi pene a su sexo. Mientras le chupaba sus tetitas con devoradora calentura, mi mano fue a su sexo. Le masturbaba mientras lamia y comía sus redonditas bubis. Ella inició rápidamente a gemir, con esos ...