Y la monjita gritaba ¡Dame duro en mi culo...! ¡No lo saques papitooooo!
Fecha: 06/07/2017,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Erofactory, Fuente: CuentoRelatos
... primer polvo de la tarde en su boca.... le hice que nos pusiéramos de pie, la hice inclinar para que me quedara a la vista su culo blanco y hermoso, y le dije que quería metérselo en el ano, a lo cual accedió gustosa.
Tomé mucha crema hidratante, de un tarro grande que ella tenía sobre la mesita, y se lo fui dilatando con mis dedos, mojados en esa crema... apenas dilató un poco me engrudé el pene con crema, lo puse abriendo el esfínter de su ano, y “tomaaaaaaaaa perraaaa” le grité mientras ella daba un grito de placer que se escuchó en todo el edificio.... al principio me dijo que había dolido un poco, pero después estaba tan complacida que sólo gemía... "no lo saques... no lo saques... dame... dame en mi culoooo no me lo vayas a sacarr... papitoooooo dame soy tu putaaa... no lo saques...!", me rogaba, me decía, una y otra vez, y eso a mí me ponía más y más cachondo que nunca.
De verdad le masacré ese ano.... sin compasión, sacaba mi pene hasta el cuello del glande, con mis manos abría más esas nalgas y ¡¡¡de nuevo un montón de embestidas profundas!!! Así fueron unos quince minutos dándole de mi verga, y cambiándola de posición, se lo metía mientras ella estaba en cuatro, la cabalgué mientras apretaba sus tetas , o la tomaba del pelo para domarla ...
... como a la bestia salvaje que era, también la volteé acostada de espaldas a mí y se lo metí caliente en las profundidades de su ano, mientras ella me miraba con sus ojos de deseo y con su boca entreabierta, en cada empujón, mientras apretaba sus manos, las sábanas, o se sostenía de la madera de la cama.... Ese culo debía quedar lleno de mi leche, y así fue...
En el momento del orgasmo, ella estaba acostada bocarriba, estábamos en posición del pollo asado, pero dándole por el culo en vez de por la vagina, y así fue que, mirándome, con sus piernas sobre mis hombros, y mientras le daba pene por ese ano.... le metí dos dedos de mi mano por su vagina, bien profundo, luego tres dedos, para masajearle fuerte y rápidamente en su punto ‘G’. A juzgar por su forma de gemir.... pude producirle sensaciones exquisitas, sus mejillas estaban rojas como rosas, a la vez que yo hacía esto ella con una de sus manos se hacía vibrar el clítoris para finalmente explotar en un orgasmo anal - vaginal que es de lo mejor que yo he vivido hasta el momento con alguien.
De ahí en adelante... empezó nuestra verdadera historia de locura sexual... pero éstas serán historias que les iré contando poco a poco....
Adiós.
Espero les haya gustado éste relato.[email protected]
Gracias.