1. Luis, Jacobo y un verano 04 Julio enseña su poderío de macho


    Fecha: 12/01/2018, Categorías: Gays Autor: Alvaro-L-de-H, Fuente: SexoSinTabues

    ... mediría unos diecisiete centímetros, ¿cuál sería su tamaño estado a pleno rendimiento? Bruno que no decía nada miraba hipnotizado el instrumento de nuestro amigo con la boca abierta en forma de O, igual que nosotros dos, Jacobo había dejado abandonada la verga de su hermano para acercarse de rodillas, curioso, para ver lo que parecía ser un esperpento, no por su fealdad y ridiculez, justo por todo lo contrario. Era la verga en ese estado más bonita que yo hubiera visto hasta ahora, me enamoré de ella en ese mismo momento, delgada y un poco morena, el glande totalmente tapado por el prepucio, con la piel tan fina que se dibujaba la cabeza de la polla como si estuviera fuera, recta y un poco aplastada, eso parecía hasta la vimos totalmente tiesa y dura. -¡Por esto te llaman “El tonto” todo el mundo! -exclamó Bruno. El pequeño de mis primos reculó y volvió a coger la polla de su hermano, por cierto, se le había encogido. Julio parecía satisfecho al ver nuestra admiración por él, por una vez en su vida veía a los tres primos de alguna forma a sus pies y además sonreía mientras su verga se movía con su respiración. -Mastúrbalo para ver lo que crece. –¡me lo estaba pidiendo a mí!, no a su propietario, como si se tratara de un juego entre nosotros tres, estábamos ya en confianza después de los minutos transcurridos y levanté la mirada para ver la cara de Julio. No se inmuto para nada, y no sé si lo quería hacer, alargué la mano y la toqué. Los dos sentimos una corriente que ...
    ... recorría nuestro cuerpo, la polla de Julio dio un salto y noté como se agrandaba en mi mano, la moví un par de veces y tuve que ponerme de rodillas para llegar hasta ella que escalaba vertiginosamente el aire. En un minuto la tenía dura como el granito, elevada, tocando la punta más arriba de su ombligo, ahora se veían en pleno esplendor sus rotundos testículos ya negros por el vello que los cubría y pegados a la base de la verga, sería tan velludo como su tío por el pelo que ya tenía en los muslos y piernas. Su piel era suave, estaba caliente como imagino al infierno, sentía en mi mano pasar la sangre por sus venas aunque no sobresalían, eran surcos azules en la noche morena de su piel. Era una tentación tan grande, tan potente su atracción que no hubo necesidad de que mi primo me orientara en lo que debía hacer a continuación, tiré de su fuste para que bajara hasta mi boca y recogí con mi lengua el néctar que escurría de ella. Comencé a lamerla con fruición de arriba abajo, a chuparle los huevos mientras mi mano recorría el tronco, escuchaba como música de fondo los ruidos de la mamada que Jacobo hacia a Bruno y yo le imitaba, levanté la mirada y Julio no perdía detalle de lo que hacia mi mano, mi boca y mi lengua, en un momento los cerró cuando atrapé la punta de su polla y la metí en la boca aun cubierta por la piel. A pesar de mi delirio, se me ocurrió pensar en lo que estaría pasando por la cabeza de Julio, tenía al nieto de su señor, de su patrón, de rodillas ante él, ...
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