1. La mamá de mi compañero de la Universidad. Me enamoré.


    Fecha: 06/03/2021, Categorías: Sexo con Maduras Tus Relatos Autor: locoxmary, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... arriba, entonces Janeth con sus 48 años, me dio una cabalgada de manual, dándome buenos sentones y movía sus caderas y su vagina como una maestra.  Cuando veía que estaba por correrme, movía sus caderas prensándome la verga y evitando que eyaculara, toda una mujer con experiencia.  Ella siguió moviéndose encima, pellizcando mis tetillas, besándome por ratos, ella misma se llevó a otra genial corrida y luego se propuso sacarme la leche, se movió y movió hasta que comencé a estallar dentro de su vagina.  Descargué otra buena cantidad de semen en su interior.  Otra vez estábamos sudados y cansados.  Nos quedamos un rato en la cama descansando.  Ahora si, me puse la ropa, ella se metió en las sabanas, nos dijimos unas frases de amor y me marché, me dio su número de teléfono y quedamos de salir el fin de semana.
    
    Llegó ese fin de semana y nos juntamos en un punto, ella llevó su auto, me subí y fuimos directo a un motel, entramos el auto y luego subimos a la habitación, allí de nuevo entrando nos besamos, nos fuimos directo a la cama , cada uno le quitó la ropa al otro, mientras besaba cada parte que quitaba.  Yo le quité los zapatos y tomando sus pies bien pintados, los mamé y chupe cada parte, desde el tobillo hasta cada fino dedito.  Ella se excitó mucho con ese tratamiento.  Para iniciar, hicimos una deliciosa 69, de lado, ella tomó mi pene y le dio otra lección de como mamarlo, yo por mi lado, lamí su entrepierna y llegué a su rajita, ahora casi depilada totalmente, le comí ...
    ... la raja todo lo que quise, ambos llevamos al otro a  un orgasmo, primero yo logré que ella se corriera y luego ella me mamó los cojones y me llevó a un rico climax.  Luego nos besamos mucho.  Yo tomando la iniciativa la puse en cuatro sobre la orilla de la cama y comencé a comerle sus ricas nalgas y su ojete chiquito, Lo mamé y chupé todo lo que quise, le metí un dedo en su culito y uno en su rajita y la masturbé, fue tan rico eso, que me erectó la verga de inmediato y la puse a ella bien lubricada, lista para cogerla.  Eso hice.  Me puse atras, y la penetré hasta el fondo, luego la pistonie por un buen rato hasta llevarla al cielo, a un nuevo orgasmo.  Ella gritó y gritó su corrida.  Yo no deseaba todavía acabar quería cogerla por otro buen rato, en una nueva posición.  La puse lado y su cabeza en mi brazo, mientras nos besamos la volví a penetrar, fue bien rico todo eso, pues la cogía muy lento, mientras nos dabamos lengua.  Asi duramos un buen rato hasta que eyaculé en su vagina.
    
    Pasaron las semanas, y la relación se estableció mejor. No mandabamos mensaje amorosos, nos juntabamos para almorzar o cenar, y por supuesto teníamos sexo muy a menudo.  Pero nada es perfecto.  Pues Janeth, posiblemente aconsejada por sus amigas, me preguntaba si solo era un capricho mio la relación, pues ella tenía miedo que de la noche a la mañana yo la abandonara y la dejara con el corazón partido.  Hasta se volvió charlas de pelea.  Incluso recibí llamadas de sus amigas en donde me decían ...