El maestro nuevo - Relatos Eróticos

El maestro nuevo

... reventar. Jamás había soltado tanto precum, su mano salía empapada de mi pantalón. Nos acariciamos como locos y el se dio la vuelta para subirse sobre mi y juntar nuestras vergas que ya teníamos fuera del pantalón, no podíamos desnudarnos ya que nuestra amiga podía salir de su cuarto y vernos. Con el no había problema, sabía que era gay, pero no tenía idea de qué yo también lo era.
 Nos pusimos de pie y nos pegamos a la pared, yo tocaba y manoseaba sus nalgas, me agache y por fin tuve su verga frente a mi,  olía a verga mañanera, su olor era como el mío, a hombre, era riquísimo. Su verga estaba corvada hacia abajo ligeramente, era blanca igual que el resto de su piel y he de confesar que era más grande que la mía, la mía mide 16-17 cm y la de el yo creo que fácil alcanza los 20. 
No me cabía toda en la boca, y en mi mente pensaba "maldita sea, desperdiciamos toda la noche" pero había que recuperar el tiempo perdido. Le hice una manada riquísima, ya que gemia despacio. Su verga era hermosa, más de lo que me imaginaba en mis pensamientos cuando me masturbaba por el. El me hizo señas de que quería hacerme lo mismo y me puse de pie. Bajó y me hizo una manada que me puso los ojos en blanco. Se miraba que me llevaba años de experiencia. Su sexo oral era mil veces mejor que el yo hacía y se notaba a kilómetros. Cuantas veces debió hacer eso con su novio para estar en ese rango experto. 

Estábamos tan emocionados cuando algo corto nuestra inspiración. Escúchamos que nuestra ...

... amiga se despertó y venía hacia nosotros, rápidamente nos desplegamos, y alcanzamos a acostarnos de nuevo. No alcanzamos a subir por completo nuestro pantalón y optamos por cobijarnos con la sabana para que no se diera cuenta. Ella salió de la habitación y nos saludo alegremente. Nos dijo que nos levantaramos para desayunar e irnos porque la dueña donde ella rentaba no permitía hombres y si se daba cuenta que nos quedamos a dormir con ella tendría problemas. Ella regresó a su cuarto por su celular y aprovechamos para terminar de subirnos el pantalon y levantarnos. Desayunamos café que nos hizo ella y nos fuimos. Al salir ninguno de los dos habló sobre el tema. Solo sonreímos y nos dijimos "nos vemos el lunes" y cada quien subió a su auto. 

He de decir, que nuestros encuentros se volvieron a repetir otras ocasiones más, en mi casa, en la escuela (eso es un relato de lo mas caliente, ya que cuando uno de nosotros tenía educación física, cerrabamos las cortinas y aprovechabamos el salón vacío para hacernos sexo oral hasta terminar) pero eso será otra historia. 

El sigue actualmente con su pareja, yo ya no estoy en esa escuela, me cambie por otros motivos familiares, se que tanto el como yo tenemos sentimientos uno por el otro, ya que en nuestros besos nos decíamos todo. Se que si yo saliera del closet y le propusiera ser mi novio el aceptaría encantado, pero eso no pasará, sigo con mi vida de hetero (con la cual no tengo ningún problema) y solo quedan recuerdos y experiencias ...