Mis sobrinas Andrea y Natalia (3) - Relatos Eróticos

Mis sobrinas Andrea y Natalia (3)

Mis sobrinas Andrea y Natalia (tercera parte)

Nuestro apetito sexual de el uno por el otro creció durante las siguientes semanas. Tuvimos mucho cuidado de no mostrar nada sobre nuestra relación, especialmente cuando estábamos en su casa. Andrea venía a mi casa durante el día o después de salir de la universidad y la mayoría de las veces follábamos como conejos. Era muy apasionado y nos parecía que no era suficiente. Otras veces era lento y tierno, donde hacíamos el amor en pareja y luego nos acostamos en la cama, con ella en mis brazos.

Mi única preocupación era que no habíamos hablado sobre nuestra relación y hacia dónde se dirigía o hacia dónde queríamos llevarla. Llegaría el momento de esto, pero estábamos contentos con lo que teníamos. A estas alturas, la mayor parte de la renovación de la casa estaba completa, por lo que les dije a Manuel y a María que me mudaría de regreso el siguiente fin de semana. También dije que iba a tener una fiesta para celebrar la renovación, como una forma de intentar comenzar una nueva parte de mi vida.

Ambas chicas estaban tristes de que me mudara de regreso a mi casa, pero prometieron venir a verme.

“No es que me vaya a mudar a otro país, mi casa está a 10 minutos”, me reí, burlándolos de su reacción. "De todos modos, ambas tienen la edad suficiente para mudarse a sus propios lugares".

Ahora que era una risa, las chicas lo tenían demasiado bien en casa y no se mudarían pronto. Incluso María les recordó que eran demasiado ...

... jóvenes para eso.

Era un viernes por la noche y salí a un partido de fútbol y luego a un bar de la ciudad. Empezaba a sentirse bien de nuevo, pero la idea de encontrar otra mujer con quien compartir mi vida me daba miedo. Había muchas mujeres jóvenes en el bar, en su mayoría en grupos, mirando a todos los hombres mucho más jóvenes que yo. No necesitaba una joven veinteañera, ni siquiera por una noche. Salí del bar alrededor de la 1 am y salté a mi auto para conducir de regreso a la casa de Manuel para la última noche que dormiría allí, cuando sonó mi teléfono.

"¿Hola?"
"Mierda, mierda, mierda es Manuel"
"Oye, qué pasó" - Le respondí. Estaba nervioso, pero sonaba medio dormido.

"Me perdí un mensaje de texto de Andrea y Natalia, me pidieron que las fuese a buscar, pero estaba durmiendo ".

“Ok tranquilo Manuel, yo las puedo ir a buscar, donde están?- Respondí.

Manuel me indico donde estaba el bar donde estaban sus hijas.

"Está bien Manuel, las llamaré y le haré saber que estoy en camino".

Salí y llegué al club unos veinte minutos después. Andrea, su novio, Natalia y otro chico estaban afuera esperando. Todos saltaron y entraron en mi auto. Los cuatro se sentaron en la parte de atrás riéndose de la noche y planeando su próxima salida. Estaban casi ebrios, se notaba que habían bebido más que un poco.

“Solo una regla en mi auto, vomitas, lo limpias” dije seriamente.

Las chicas se rieron, pero los chicos asintieron entendiendo. Estaba un poco preocupado ...