Boutique “la cariñosa” - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa”

... maquillaje. Trató de mejorar su peinado.
-Ahora no importa tanto. No viene casi gente. Solo proveedores…
Al fin me fui.
-No dejés pasar muchos días. - Es lo último que escuché de Yoli.
Me sentí ansioso…, no por Yoli…, sino por la nena. ¿Sería posible? Desde la época de la hija de Adriana –solamente dos veces-, no tenía relación con una jovencita. Espero que sea sin problemas.
Durante la mañana siguiente Yoli me llamó. Estaba en la obra, como tantas otras veces. 
-Hola tesoro. ¿Cómo estás?
-Bien, muy bien…
-Me alegro. ¿Sabés? Creo que ya la tengo a punto…, le hablé de vos…, se interesó. No demostró entusiasmo, tal vez disimulando. La nena es muy piola…
-¡Ah, ah! ¡Pará! ¡Ahora se me ocurre! Supongo que no será virgen ¿no? ¡Lo último que quiero es desvirgar a una nena!
-No. No te preocupés. Le pregunté directamente sí lo era. Me dijo que no. Cuando era más chica…, recién había tenido un par de veces la regla, la agarró un primo, de  cinco o seis años más que ella…
-¿La violó?
-No. Nada de eso. Yo también le pregunté. Me dijo que ella tenía ganas de “saber cómo era”. Un par de amigas le habían dicho que lo habían probado y les había gustado.
-¿Y?
-Bueno…,  no le gustó. Dijo que el chico fue muy bestia. Que le hizo doler y le salió mucha sangre. Se asustó. Pero el tipo, de unos 17 o 18 años, desapareció de su vida, porque sus padres se mudaron y nunca más lo tuvo cerca.
-Esperemos que no tenga miedo…
-Le di todas las “referencias” de lo mejor por vos. En un par de ...

... días o la semana próxima creo que va a ser posible. Ya te avisaré.
-¡Bárbaro! Espero tranquilo. 
-Te aviso. Quédate piola. ¡Jajaja!
-¡Sos divina!
Al fin, el siguiente martes me habló. 
-Ya está, tesoro. Podés venir esta tarde.
-¿Si? ¿Ya está? 
-¿Viste? Te lo dije… No fallo… 
-¡Jajaja! Luego voy. ¿A las cinco? 
-Si, justo…, pero…
-¿Qué pasa? 
-¡Yo estoy primera! Quiero que estés a punto conmigo. ¿Estamos?
-¡Por supuesto! ¿Y la nena?
-¡Pues que mire y aprenda, que diablos!
-¡Jajaja! ¡Sos genial!
-Claro. Le digo donde se tiene que poner para ver “disimuladamente”. Supuestamente vos no lo sabés. Hacemos lo nuestro. ¡Lo hacemos con todo! ¡Para que aprenda y vea como me gusta a mí! ¡Seguro se recalienta!
-¡Lo pensás todo!
-Sí, mi vida. ¡Te espero!
Durante el resto del día no me pude concentrar en nada. Di excusas y me fui. Me metí en un bar a tratar de leer un diario. No había caso, no podía concentrare. Solamente pensaba en la nena. ¿Cómo saldría la cosa? Estoy seguro que Yoli le hablara maravillas de mí…, pero no es lo mismo con una veterana de que se tragó mil pijas, que con una nena que tuvo una mala experiencia. Tendré que ser muy cuidadoso…
Al fin llegó la hora. Cuando llegué estaban las dos. Yolanda me abrió y me dio un chupón de muerte. ¡Casi nos arrancamos las lenguas! De reojo vi a la nena. ¡Es riquísima y miraba con ojos como dos monedas!
-Te presento a Camila. Ella trabaja conmigo. ¡Es una chica maravilla! Si vieras lo bien que hace todo… ¡y convence ...