Boutique “la cariñosa”
Fecha: 24/03/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... las clientas a comprar lo mejor y más caro. ¡Un genio de los negocios!
La nena se puso colorada. Le di besos en cada mejilla, sin tocarla con las manos. Ella me devolvió los mismos. Sentí sus labios en mis mejillas. No fueron besos al aire como hacen casi todas. ¡Se había vestido para matar! Sandalias con un taquito de unos cinco o seis centímetros. Una pollerita tubo muy cortita que resaltaba su hermoso culito, donde se notaba una mínima tanguita, un ajustado top con discreto escote que le dejaba a la vista el ombliguito, peinando su cabello castaño en una colita graciosa y unas piernitas de escultura. Todo lo que vi en dos segundos. No quería que sintiera mi vista demasiado lujuriosa…
Yoli fue al grano…
-Cami, cuida el boliche. Voy a “conversar” con Dani ¿sabes?
-Si señora, como quiera.
La voz era dulce y atemperada. Sin chillidos de nena. Todo perfecto.
Yoli me tomó la mano y me llevó hacia la trastienda. Demostraba sin duda de que ella era la prioridad.
Me habló al oído.
-Hagámoslo lentamente, para ser “civilizados”.
Como había una “empleada” que podía atender, no hubo problemas en desnudarnos. El sofá ya estaba “protegido”. La habitación estaba casi en la penumbra, con una luz sin estridencias, pero que alumbraba muy bien sobre el sofá, lo “importante”. El resto se veía poco.
Camila estaba al costado de la puerta, en el salón. Desde allí se vería muy bien. Yolanda, con tranquilidad, desabrochó el cinto, bajó el cierre de los pantalones, y los quitó, junto ...
... con los calzoncillos. Yo todavía la tenía morcillona. ¡Yoli no me había dado tiempo como para alardear con una buena pija ante la nena!
Me saqué los mocasines, y el pantalón quedó sobre el respaldo de una de las sillas. Se agachó y beso el glande. Supongo que Camila ya estaría viendo. Le pasó la lengua y lo fue introduciendo. La tomé muy suavemente de la cabeza, tratando de no despeinar, y comenzamos una cogida de boca. Yoli sabía que no tenía que llegar a mi acabada tan pronto.
Mientras tanto yo me sacaba la camisa. Cuando quedé desnudo, Yoli se paró, y llegó el momento para que yo la desnudara. Por supuesto sin corpiño ni tanga, como para que Camila aprendiera. Estaba toda a la vista para que yo besara sus pezones y globos, y bajara a puro beso por su vientre hasta el pubis. Todo era en silencio. Yoli se sentó en el sofá y abrió las piernas antes de que me arrodillara. Las subió a mis hombros y comencé el clásico besuqueo de sus muslos hasta llegar a la vagina. Todo suave, para que la nena vea que lo hacía como un “caballero”…
Apreté con los labios de mi boca los labios de su concha. Lamí por todos los rincones y metí la lengua en la vulva. Yoli comenzó con quedos gemidos y suspiros. ¡No eran simulados! Auténticos gemidos que trataba que no asustaran a nuestra “vigiladora”…
Pero cuando tire de su clítoris con los labios, se acabó la tranquilidad:
-¡Aaaagggg! - Los chupé y lamí… ¡Se acabó lo recoleto!
-¡Ay! ¡Mi amor, que lindo! ¡Dale, dale, mucho, mucho!
Se tiró ...