1. Mis sobrinas Andrea y Natalia (9)


    Fecha: 24/03/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Fernando Morante, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... cuello con los brazos.
    Sabía lo que ella quería. Yo también lo quería. Levantó una pierna, abriéndose para mí y yo la levante por los brazos hasta que estuvo por encima de mi virilidad. Luego y para no defraudarla, mi verga jabonosa se deslizó directamente hacia su vagina.
    Estaba muy mojada con sus propios jugos y mi verga estaba llena de jabón, y aun así, Natalia como siempre, estaba ajustada y estrecha.
    Ella emitió un quejido. Creo que la penetre demasiado pronto. Es que deseaba estar en el interior de su vagina. Mi instinto de macho me domino. Me quede quieto, con mi verga toda dentro de Natalia. Al no moverme, Natalia se relajó y dejó que la plenitud de mi penetración se extendiera por sus entrañas. Aproximadamente en ese momento, la punta de mi verga besó su cuello uterino y ella se apoyo totalmente de mi, y así, empalada, podía sentir su coño revoloteando como un corazón que no puede latir en el momento adecuado.
    "Ohhhhh tío Fer" suspiró, levantando la cara.
    La bese de nuevo, esta vez deslizando mi lengua en su boca. Doble las rodillas para que ella pudiera poner los dedos de los pies en el suelo de la ducha. Esperaba que ella se levantara, para aliviar la presión y la profundidad de mi penetración. Pero en cambio, usó su agarre para deslizar su coño hacia los lados, y luego hacia atrás, y luego en un pequeño círculo. Se dio cuenta de que la base de su verga estaba soportando gran parte de su peso, y estaba contactando con ella directamente sobre su clítoris ...
    ... aplastado.
    Entonces Natalia se vino de golpe. Se estremeció y gimió y luego emitió sonidos, sonidos sin sentido a medida que su voz se hacía cada vez más fuerte. Su coño se apretó con fuerza sobre mi verga. Que divino es sentir un orgasmo de Natalia. Su vagina tiembla, se comprime y suelta, y vuelve a comprimirse. Y esto pasa varias veces en segundos.
     Al mismo tiempo, ella me rodeo con sus piernas, poniendo más de su peso en mi, tratando de clavarse tan profundamente mi verga dentro de ella como fuera posible. Ella jadeó y luego me besó salvajemente mientras su coño revoloteaba de nuevo, ordeñando, ordeñando, pidiendo su precioso regalo.
    Y mi verga estalló. Yo ni siquiera pensé en retirarme, y Natalia cuando sintió el calor y las salpicaduras húmedas de mi semen en su coño, simplemente se apretó con más fuerza contra mi gimiendo. Mi semilla bañó el interior de su coño, a lo largo de su longitud y se filtró en su útero a través de su cérvix . Fue tanto el semen, que se chorreo alrededor de mi verga y bajó por sus muslos, para ser lavado por el agua que nos golpeaba. Entre los dos, fue un orgasmo de tres minutos. Finalmente trate de sacárselo, pero las manos de Natalia se sujetaron firme de mi trasero para retenerme. Me habló al pecho con los ojos cerrados.
    "No quiero que te lo saques nunca. Nunca Fer."
    Yo solo pude sonreír. "Eso es una tontería y lo sabes." Luego estuve más serio. "No debería haberme corrido dentro de ti.  No podemos hacer esto más. No te estás cuidando ...
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