1. Un viaje a la playa con mi madre y yo (Segunda parte)


    Fecha: 14/01/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Aldebaran, Fuente: CuentoRelatos

    ... Comimos con ganas después de una jornada en la playa.
    
    Nos trajo el postre por último y ni siquiera miró a mi madre.
    
    Al terminar, pagamos y nos fuimos. Mi madre no pudo saludar al dueño porque no estaba por allí.
    
    Llegamos al apartamento y nos desvestimos y nos echamos la siesta. Después vendría lo mejor.
    
    Nos despertamos algo tarde, serían las 19:30 o así. Mi madre estaba sentada en la cama desnuda, con sus tetas apuntando hacia mí. Yo me incorporé y no me di cuenta hasta entonces que estaba desnuda.
    
    -Llegó el momento, hijo. Vas a hacer el amor con tu madre.
    
    -Estoy un poco nervioso.
    
    -No te preocupes. Recuerda lo que te dije y todo irá bien.
    
    Diciendo esto, se tumbó boca arriba y abrió las piernas.
    
    Me puse sobre ella y empecé a chupar sus pechos. Me recreé en sus pezones y luego bajé a su ombligo. Mi madre se iba excitando.
    
    Luego pasé a sus muslos. Besé su cara interna mientras ella me acariciaba y besaba la cabeza y cuando vi que estaba a punto, le acaricié el chocho.
    
    La masturbé con un dedo y luego me pidió que le metiera dos.
    
    Me indicó como comérselo y finalmente llegué a su clítoris. Yo para entonces ya estaba empalmado y mi madre me invitó a penetrarla para que se corriera conmigo dentro.
    
    Me pasó un condón de los que habían traído para mi padre y me ayudó a ponérmelo. Era mi primera vez y al principio no pasaba de mi glande. Con su ayuda lo desenrollamos hasta la base de mi pene.
    
    Con mi mano derecha guie mi pene hasta la entrada de ...
    ... su vagina y lo introduje lentamente.
    
    -Ahora tienes que ir despacio mi niño. Me indicó mi madre.
    
    -Si mamá. Así lo haré.
    
    Empecé a bombearla despacio, muy lento. Sintiendo como por primera vez estaba dentro de una mujer. Aquello era lo mejor del mundo y ahora entendí porqué la gente estaba tan fascinada por el sexo.
    
    -Más despacio mi niño. No aceleres aun o te perderás lo mejor.
    
    Obedecí a mi madre, pero enseguida noté un pinchazo. Estaba a punto de correrme.
    
    -Mamá, me voy. Me corro.
    
    -No pasa nada mi niño. Échamelo todo.
    
    -Uuughh, aaaah, dije y me derramé dentro de ella.
    
    Me sentí satisfecho por haberme corrido, pero no por ella, porque sabía que no había llegado al orgasmo.
    
    Nos sentamos en la cama después de terminar.
    
    -Tranquilo hijo, cuando te recuperes volveremos a hacerlo y ahora podrás darme el placer que no has podido darme antes.
    
    Cariñosa como una madre, me quitó el condón y me limpió el glande de las gotas que aun salían de él.
    
    No tardé mucho en volver a excitarme y ahora dándome otro condón me dispuse a volvérselo a hacer.
    
    La penetré despacio de nuevo y ahora me moví más tranquilo. Habiéndome corrido duraba mucho más y enseguida mi madre empezó a gemir. Ahora si estaba disfrutando.
    
    -Pueden oírnos los vecinos.
    
    -Me da igual, me dijo. Tú sigue follándote a tu madre. Es el mejor regalo que puedo darte.
    
    Yo seguí bombeando. Llegamos a un momento en que nuestros cuerpos estaban sincronizados con cada embestida mía.
    
    Imagino que ...