Mi historia
Fecha: 15/01/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Mi historia se remonta muchos años atrás, 37 años. Yo tenía 19 años y vivía en una casa aislada de Galicia. Compartía casa con mi padre, que andaría por los 40, mi abuelo de 60 y tantos, mi tío del que no se su edad y, esporádicamente, mi hermano (de 19 años), ya que estaba interno en un colegio de La Coruña y sólo venía en vacaciones y algún fin de semana. Yo había ido al colegio hasta los 9 años, pero, al morir mi madre, vino mi tío, que era sacerdote, a vivir con nosotros y el me daba las clases en casa y deje el colegio para siempre. Es por eso, que prácticamente no tuve contacto con chicos de mi edad, ya que sólo íbamos a la aldea para los tratos comerciales de mi padre y para comprar la ropa no más de cuatro veces al año. Las casa más cercanas estaban a varios kilómetros y además no había niños en las mas próximas. Tal era mi ignorancia sobre el sexo que nunca me había masturbado. Mi tío además me decía con frecuencia que tocarse los órganos genitales era un grandísimo pecado y tal era mi miedo que hasta para mear procuraba hacerlo sin casi tocarme. Había tenido algunas poluciones nocturnas que me tenían aterrorizado, pues pensaba que lo que salía era algo parecido al pus y no me atrevía a preguntar a nadie si aquello era normal.Pero un día sucedió algo inesperado. Mi abuelo se ocupaba de la cocina y la casa y mi padre del campo y del ganado. Teníamos una especie de ducha muy rustica en el corral y mi padre con frecuencia se lavaba allí antes de comer. En una ocasión, ...
... mi abuelo, extrañado por la tardanza de mi padre, me pidió que le fuera a buscar para comer. Yo me acerque al corral y antes de llamar, oí unos gemidos extraños que no sabia interpretar. Me asome por una ventanuca pequeña y vi a mi padre completamente desnudo (era la primera vez que le veía así) y empalmado haciéndose una paja (aunque yo no sabia que era aquello). Me quede paralizado, viendo como bajaba y subía la mano con furor, hasta que se corrió y me di cuenta de que lo que le salía era muy parecido a lo de mis poluciones. Minetras se lavaba, se secaba y se bestia yo no podia quitar mis ojos de su polla, no muy larga, pero tres veces mas gorda que la mía; me di cuenta de que yo tambien estaba empalmado y marche corriendo de alli.Me quede muy preocupado y, aunque reventaba de ganas, no me atrevía a hacerme yo lo mismo que le había visto hacer a el, preocupado, por culpa de mi tío, por la salvación de mi alma.Un tiempo después vino mi hermano a pasar unos días, compartíamos habitación y no pude resistirme a preguntarle. Le dije:-dice el tío que tocarse las partes es pecado.Me miro y me dijo: "yo que se. Eso dicen los curas".-Pero yo vi a padre haciendolo.- "¿Cómo?", me miro extrañado.-si, le vi manoseandosela sin parar hasta que meó pus.-Pero que estás diciendo? Entonces empezo a reirse y me dijo: "eso no es pus. No me digas que nunca te has hecho una paja".- ¿Qué es eso?-lo que viste hacer a padre, aunque no me imaginaba yo que el viejop hiciera esas cosas…"-¿pero no es ...