1. Pensamientos de lascivia con mi madre


    Fecha: 16/01/2018, Categorías: Incesto Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues

    Esa noche cogi como nunca, dichosos 15 que terminas y prácticamente sin sacar puedes echar otro polvo. Quizá hasta mi hermana que sólo tiene 14 pudo percatarse que yo era otro al menos en lo sexual, porque apenas iban a ser las 12 de la noche y con esta era la tercera vez que la tenía con mis 16 cm en lo más profundo de su panochita. Ella abajo yo arriba, nuestra respiración entrecortada. Sudados, a oscuras en aquel cuarto que compartíamos con nuestros otros 2 hermanos menores a los que les había ganado el sueño. Podía saber que mi hermana estaba al borde del orgasmo, su cuerpo tenso, sus manos apretando mi espalda y ese serie de quejidos la delataban. Su vagina se había estrechado quizá por tanto roce. En las últimas 10 horas esta era la cuarta vez que se comía mi verga. Igual estaba yo, sentía como mi polla se había hinchado por el uso. La tenía más gruesa y adormecida, no era para menos. Había sido un día inusual, de esos que se repiten pocas veces. Mi madre nos había encontrado cogiendo y débil ante la naturaleza del sexo había terminado follando conmigo. Rico, extremadamente morboso. Su enorme panocha se había merendado mis 16 centímetros dándome el mejor polvo de mi vida. Esto no debió pasar –me había dicho – agregando que hacía tiempo que sabía de los juegos de sexo que teníamos casi a diario mis hermanos y yo. Sabes que no lo apruebo – agregó – pero si es de su gusto háganlo. Sólo no se dejen ver de su padre o vayan a descuidarse y terminen embarazados. Finalmente me ...
    ... había dicho cuánto le había gustado follar conmigo y me había recomendado no cogerme a mi hermano menor. Eso sí está mal hijo – dijo en tono suplicante – A Lidia (la llamamos Lily), ella es una niña, no la vayas quitar su virginidad todavía. Este no debe repetirse – sentenció mientras me pidió dejarla sola para dormir o quizá para matar algún sentimiento de culpa por ceder a sus instintos sexuales. No era para menos, el recuerdo de lo vivido era más que cualquier viagra y ahí estaba yo dandole a Beatriz, haciéndola llegar a uno de tantos orgasmos. Haciendo que su frágil cuerpo se contorsionara bajo el mío mientras pujaba una y otra vez mmmm mmmm mmmmm mmmm. O era mi imaginación pero está era vez también ella parecía haber cruzado el límite de excitación. ¿Ella también estaría pensando en lo había hecho mamá conmigo? Porque pude verla junto a Lily siendo testigo, espiando tras el hueco de la puerta, sonriendo pícaramente como si aquello les causará algún morbo. De seguro vieron como me cabalgó, como aquellas nalgas grandes bajaban y subían engullendo todo mi pene. De seguro vieron como mamá excitada me pidió que la cogiera por el culo, de seguro escucharon que me dijo que jamás lo había hecho por ahí con nadie más. Mis hermanas y yo regresamos a lo que estábamos haciendo y terminamos lo que interrumpió nuestra madre. Cogimos como locos, porque si bien me había corrido dentro de mamá mi pene aguantaba dos round seguidos. Primero fue Beatriz, de perrito mientras Lily me chupaba ...
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