1. El juega videojuegos mientras el vecino juega conmigo


    Fecha: 18/01/2018, Categorías: Infidelidad Autor: MilkyQueen, Fuente: SexoSinTabues

    ... distracción perfecta para que nosotros pudiéramos tener sexo a placer. Le estaba poniendo los cuernos a mi novio con el vecino, y no se sentía para nada mal. Su polla era más grande y me llenaba más, en todos los sentidos. Incluso cuando Carlos comenzó a querer tener sexo, yo ya no quise hacer nada con él. Se habían invertido los papeles y nunca se había dado cuenta. Cada videojuego me había abierto un panorama nuevo sobre el sexo. Y como éramos muy discretos, los vecinos jamás se dieron cuenta. Este juego duró unos 2 años más, donde Joel me dio las mejores cogidas de mi vida y yo ya no hacía una vida sin él. En la última de ellas, por síntomas raros en mi cuerpo decidí hacerme una prueba de embarazo que resultó positiva. Se lo dije a Joel y se alegró de inmediato, ya que él siempre había querido tener niños. Para ese momento Carlos ya sólo era un bulto en mi hogar, y mi mentalidad hacia él había cambiado totalmente. Joel me dijo que lo mejor era terminarlo, y aunque me sentí un poco mal, decidí hacerlo. Cuando fui a hablar con Carlos y a decirle que ...
    ... nuestra relación no seguiría, él me “confesó” que hacía más de 6 años que se hablaba con una “novia online” con quien jugaba todo el tiempo, y que quizás lo mejor era terminar así porque ya ni siquiera el sexo era bueno, ¡después de todo ese tiempo, él también me había engañado! ¡Él lo había comenzado todo y nunca confesó nada! Terminamos la relación en términos más o menos estables, y me llevé mis cosas del departamento. Afortunadamente Joel había comprado una casa pequeña cerca de su trabajo y mudamos todas mis cosas ahí. Joel estaba tan feliz que no cabía en sí mismo, y un mes después me propuso matrimonio y nos casamos. Al final nació nuestro hijo, un niño llamado Daniel. Hasta ahora somos muy felices y siempre que podemos tenemos sexo, y sigue siendo el mejor de todos. Disfrutamos a nuestro hijo y somos felices. No sé qué habrá pasado con Carlos, pero es mejor ignorarlo y no hacerse mala sangre. Pero eso sí, siempre recordamos que mientras Carlos jugaba videojuegos, Joel y yo jugábamos a sus espaldas, y gracias a eso nuestra vida se tornó más deliciosa. 
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