Mis sobrinas Andrea y Natalia (7)
Fecha: 28/03/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Fernando Morante, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... senos que había observado en la playa jajaja. Creo que cuando ustedes aparecieron, estaba a punto de decirme para irnos a otro lado”
“Sí, creo que frustramos todos sus planes para esta noche".
"Debe pensar que soy fácil, y tu sabes que no soy una chica fácil", añadió Andrea con picardía.
"No te preocupes por eso, Andrea” le dije
Tuvimos nuestra comida charlando todo el tiempo. Natalia estuvo contando de nuestra aventura en la playa solitaria, así que el ambiente se lleno de una fuerte carga erótica. Le conto a Andrea sobre los orgasmos y yo las miraba con aires de grandeza. Andrea nos hizo saber que tenía unas ganas de coger y que esta noche yo era para ella sola. Natalia le dijo: “Difícilmente encontraras semen en ese cuerpo jajaja. Lo exprimí todo”
Al terminar la comida, fuimos a una discoteca que está en el mismo complejo. Desde afuera se podía escuchare la música. Las chicas y yo entramos en la disco. Algunas personas ya estaban bailando y encontramos una mesa no muy lejos de la pista de baile. Conseguí otra botella de vino y nos sentamos a mirar a los bailarines.
Mis sobrinas son unas chicas a quienes les encantaba bailar. Incluso ahora, la música las hacía vibrar suavemente en sus asientos. Le pedí a Andrea bailar un poco al lado de la mesa, y después fue el turno de Natalia. Pasado un rato Andrea se nos unió y después las deje a las dos solas bailando cerca de nuestra mesa, y solo regresaban para tomar un trago.
Después de un rato las llevé a la pista y ...
... bailamos al son de una melodía y luego volví a nuestra mesa con Natalia, Andrea se quedó en la pista bailando sin ninguna preocupación por el mundo. Por mi parte, me encanta verla, y ahora que estaba bien vestida y luciendo súper mega sexy con aquellos pantalones y su top transparente, verla bailar fue un placer. La velada continuó y Andrea iba y venía bebiendo su vino, en algún momento Natalia se le unía. Una se sentaba y la otra seguía bailando, y a veces las dos bailaban al mismo tiempo, mientras que yo las miraba en silencio. En ese instante, Matteo apareció. El hombre se acercó a nuestra mesa.
"Hola", dijo con una sonrisa tentativa, "¿Alguna posibilidad de que pueda unirme a ustedes?" Hablo por encima de la música. Le indiqué que se sentara, pero antes de que lo hiciera, volvió a llamar a un mesonero y me dijo que conseguiría más vino.
El mesonero regresó unos minutos más tarde con otra botella de vino y Matteo se sentó a mi lado. Andrea y Natalia estaban bailando en medio de la pista. Pensé que podría haber pasado de largo, pero no tenía ninguna excusa para no permitirle sentarse con nosotros. Matteo, sin embargo, no le prestó mucha atención ni a Andrea ni a Natalia cuando empezó a hablarme de negocios y de las cosas que estaba haciendo. De hecho, estaba tratando de obtener información sobre mi empresa. Hablamos durante una buena hora y en ese tiempo; Andrea y Natalia, estaban pasando el mejor momento de su vida en la pista de baile. Debo decir que les encanta bailar con ...