Boutique “la cariñosa” 2 - Relatos Eróticos

Boutique “la cariñosa” 2

... ¡Jajaja! ¡Está buenísimo!
-Bueno, vamos…
	Camila se levantó y rápidamente se acostó como había visto a Yoli. Me acomodé sobre ella, tratando de apoyarme bien sobre las rodillas para no pesarle. Con Yoli no hay ese problema ¡se aguanta un toro!
	La nena había aprendido todo muy bien. Su mamada casi era de profesional. Iba a tener que decirle que parara en algún momento. ¡Quería acabarle en el culo! 
Le besé los muslos. Recorrí toda su maravillosa conchita con la lengua. Apreté el clítoris con los labios, lo acaricié con la nariz…, todo un placer, un sabor genial de sus jugos… 
No pasaron muchos minutos. El orgasmo venía muy bien, lubricaría bien el ano. La penetración se facilitaría… Cada vez me costaba más aguantar. 
-Mi amor…, tesoro… ¿no querés que lo hagamos por la colita?
-¡SIIII! ¡Dale! ¡Vamos! ¡Para eso hice todo lo que me indicó Yolanda! ¡Me muero de hambre!
-¡Jajaja! ¡Aprovechemos entonces! Ponete a lo perrito.
-¡Dale! – Se acomodó perfectamente.
-Si te peso mucho decime…, y si algo te duele o molesta también. ¡No te la guardés!
La hice poner de lo largo del asiento del sofá. Quería arrodillarme atrás de ella y montarme sobre el culo. Si le pesaba demasiado me pondría parado, en el piso, al costado. Estaba suficientemente lubricado, pero igualmente, por puro placer, le metí los dedos, despacito, para dilatar.
-¡Aaahh! ¡Qué lindo!
-Tranquilita…, por ahora son los dedos…
-¡Méteme la pija de una buena vez!
-Ya va, despacito… - Le introduje el glande. ...

... 
-¡SÍÍÍ! ¡Ahora sí!!!
Lo sabía… Por lo que me decían Araceli y Yolanda les encantaba sentir el glande entrar y salir…, varias veces…
-¡Clavamela de una vez!
-Sí…, ahí va… - Comencé la penetración, como siempre suavemente…
-¡Pará, pará! ¡Es mi hermana!
-¿Qué pasa? ¿Te duele?
-No, no…, es mi hermana…
-¿Qué?
-Siii…, mi hermana está hablando con Yoli…
-¿Cómo sabés?
-Conozco su voz…, es ella, sin duda…
-¿Y qué hace acá?
-¡Qué sé yo!
	Me sentía para la mierda. Las ganas se me habían ido, de pronto…, pssss…, se cayó todo…, la tenía súper flojona dentro de culo de Camila…
-Quedate quietito, por favor…
-Siii… no me muevo… - Se la saqué despacito. Escuché que alguien hablaba con Yolanda. Era una conversación normal, sin estridencias. 
-¿Qué mierda hará acá mi hermana?
-Sí no sabés vos…
De pronto se hizo el silencio… Oímos la puerta…
-Ya está chicos…, pueden seguir tranquilos… - Yolanda nos ponía al tanto de que todo estaba normal.
-¿Qué quería Miriam? – Camila seguía en cuatro… y yo de rodillas tras ella…
-Quería consultarte algo de la escuela…
-Pero…, podría preguntarme esta noche en casa…
-Bueno…, es lo que me dijo…
-Está loca… ¿Y cómo se fue?
-Le dije que habías ido a ver un proveedor y que no volvías hasta las 8…
-¡Menos mal! ¡Gracias Yoli!
-Tranqui, sigan con la “conversación”. Por lo que escucho es muy entretenida… ¡Jajaja! – Yolanda se retiró.
Yo me había quedado mudo. ¿Qué podría decir? ¡Estaba totalmente “tirado”! 
-Bueno…, mi amor. Ya pasó. ...