Por favor, les ruego que me eliminen un relato - Relatos Eróticos

Por favor, les ruego que me eliminen un relato

... que se dirigía a mi para abrazarme y besarme y después continuaba pisando las botas de cuero. Mi Adela… Mi hermosa Adela… Mi Mamá Noel… Es una mujer muy introvertida, discreta y cero provocadora sexualmente hablando, aunque en la intimidad y haciendo el amor, sabe muy bien seducirme a mi, su amada.

Entonces, yo me tumbo en la cama y empiezo a estimular mis zonas erógenas por encima de la ropa interior mientras la estoy mirando, estirada de lado. Fijándome e intuyendo por debajo de su vestido de Mamá Noel, me percato de que su excitación va «in crescendo». Entonces, se vuelve a poner las botas, se dirige hacia mí, se agacha, acerca sus calientes labios junto a los míos y me besa apasionadamente. Puedo sentir su caliente y excitada respiración. Respiraba fuerte, como un toro. Entonces, yo me levanto un poco, cogiéndola ligeramente del cuello, ella se sienta en la cama y yo me encuentro sentada en sus muslos, de un lado a otro. Nos seguimos besando. Sentada en sus muslos, puedo notar el inmenso deseo de Adela hacia mí y de hacerme el amor. Entonces, se levanta el grueso vestido, se baja la ropa interior roja en forma de culotte que lleva… La primera vez que hicimos el amor (mi pérdida de la virginidad), al verlo me quedé fascinada… Quizás demasiado amor para mi cuerpo… Mi cuerpo se retuerce de deseo. Coge la protección y se la pone. Por instinto, inmediatamente, una vez se puso la protección, mi boca y mis labios carnosos se abalanzaron encima, mientras ella me acariciaba ...

... el cabello... Durante unos quince largos segundos. Me moría de deseo por Adela, que respiraba como un toro bravo en celo. Acto seguido, nos tumbamos lentamente en la cama, me quita muy amorosamente las medias y la ropa interior, se agacha encima mío, me abre las dos piernas lentamente alrededor suyo, y con mucho cuidado, empieza a hacerme el amor. Despacio… Suavemente, como siempre. Puedo sentir cada vez más como el gran amor y deseo de Adela por mi entra en mi cuerpo… Hasta el momento en que entra por completo. Ya podía sentir todo su amor en mi cuerpo. Adela me coge de la parte alta de la cintura estando yo tumbada debajo de ella yo también a ella estando agachada encima de mí. Le acaricio el cuello, las mejillas y el cabello, nos miramos con amor, nos besamos apasionadamente. Cambiamos de posición. Ella se pone de pie encima de la cama y se agacha. Se vuelve a quitar las botas, las deja encima de la cama y pone sus pies descalzos encima de ellas, pisando el cuero. Eso me excitó aún más. Entonces yo me siento en su falda y ella me coge de la cintura. Me quita delicadamente el vestido, me baja un poco la ropa interior de mis pechos (sin quitármela del todo, le excitaban mucho los sujetadores) y su boca empieza a recorrerlos lentamente. Ella sigue dentro de mi cuerpo, esta vez con una posición diferente. En esta posición, nos abrazamos muy fuerte. Ella me besa el cuello, las mejillas, los labios, me acaricia el cabello… Llega un momento en el que ella alarga un poco el brazo ...