Por favor, les ruego que me eliminen un relato - Relatos Eróticos

Por favor, les ruego que me eliminen un relato

... hacia su mesita de noche para coger uno de sus frascos de colonia y se echó un poco en el cuello. Tenía fragancias tanto femeninas como masculinas, le gustaban ambas. Esta vez se puso fragancia masculina. Sabía que ese olor fuerte y que desprende tantas feromonas me excita mucho. Acto seguido, mi olfato y mis carnosos labios se abalanzaron a su cuello para olerlo, besarlo con avidez y hasta darle unos delicados mordiscos. Nos damos unos cuantos besos largos y apasionados. Continuamos haciendo el amor. Entre beso y beso, Adela me dice bajito al oído:

—Ets preciosa, Clara… Ets la més preciosa de l’Univers. T’estimo, t’estimo, t’estimo, t’estimo… (Eres hermosa, Clara… Eres la más hermosa del Universo. Te amo, te amo, te amo, te amo…).

Adela está cada vez más excitada y acelera un poco el ritmo al hacerme el amor. Me coge de la cintura con más fuerza. Puedo notar su fuerte y taurina respiración. Esto también me estaba excitando aún más a mi. Seguíamos besándonos apasionadamente. Llega un momento en el que tiernamente pone sus grandes manos en mi cuello, me mira apretando los labios hacia dentro y con un intenso rubor en sus mejillas y brillo en sus ojos. Ya sabía lo que significaba esto…

—Amor… T’estimo, t’estimo, t’estimo… (Amor… Te amo, te amo, te amo…) —me decía sin parar, mientras me daba unos besos en el cuello y apoyaba su cabeza en mi hombro. Yo le acariciaba y le besaba su larga y bravía cabellera con mucho deseo. Entonces, empecé a sentir cada vez más ...

... turgencia y humedad dentro de mi.

—Aaaaah…! Amor! —Adela estalló, estando su cabeza apoyada en mi hombro, ya rendida de amor y deseo y yo acariciándole el cabello. Al mismo tiempo, estallé yo también.

Seguimos las dos en la misma posición abrazándonos y besándonos, ella aún dentro de mi. Estuvimos haciendo el amor durante casi dos horas.

—No hi ha res com fer l’amor amb tu, Adela… (No hay nada como hacer el amor contigo, Adela…)

Ella me besa en la frente y en la mejilla.

—Sempre t’estimaré i et protegiré, Clara. (Siempre te amaré y te protegeré, Clara).

Poco después, nos levantamos. Ella sale de mi. Se quita la protección. Me lo enseña mirándome con amor. Nuestra respuesta ante nuestro amor y deseo, fundidas. Bastante abundantes, por cierto. Hizo un nudo y lo dejó encima de la mesita de noche. Lo puso dentro de un recipiente, como muestra de nuestro amor. Se volvió a poner su ropa interior roja en forma de culotte.

Entonces, estando las dos de pie, nos damos un fuerte y largo abrazo y ella me besa la frente, las mejillas y nos volvemos a dar un intenso beso.

Entonces, en medio de este abrazo, Adela me retira tiernamente el cabello y me dice bajito al oído:

—Ai, Clara, amor… Crec que tinc ganes d’anar al lavabo… Ja hi he anat aquest matí, però ara torno a tenir ganes. Ja saps, tant de menjar i tant de moviment que hem tingut… Anem? (Ay, Clara, amor… Creo que tengo ganas de ir al baño… Ya he ido esta mañana antes de irme, pero ahora vuelvo a tener ganas. Ya ...