Los de mi trabajo se turnan mi cuerpo - Relatos Eróticos

Los de mi trabajo se turnan mi cuerpo

... ellos empujó mi cabeza a tal grado que no podía respirar, eso pareció ser una eternidad, sentía esa verga en toda mi garganta y la respiración me faltaba.

Lo asombroso de aquella escena es que dentro de mi yo quería más de esa sumisión, así que la segunda vez yo misma tome esa verga y la introduje hasta tenerla de nuevo hasta el fondo.

Justo en ese momento mi compañero más dotado y que me tenía llena de verga dijo:

- bautizo a Monse como mi puta por ser quien la convirtió en una traga vergas

Acto seguido, con un jalón de cabello me saco de su verga, me miró, me escupió en mi boca y me dió una bofetada diciéndome:

- verdad que si putita?

Yo estaba en trance, y a pesar de que mi mente me decía que esto era humillante de mi boca salió decir:

-claro que si papi, ahora soy tu puta traga vergas

No termine de decir esa frase cuando todos se lanzaron sobre mi cuerpo para tocar una parte...

Entre tantas manos jamás supe que tocaba cada uno de mis compañeros. Pero sentía como se deleitaban con mis pechos y metiendo sus dedos en mi conchita.

Yo seguía incada y mamaba todas y cada una de las Vergas, tratando de probar todas, pero al final tenía una preferida y era la de aquel personaje que me hizo su puta.

Hubo un vacío en mi mente y cuando cobre conciencia de nuevo, ya estaba siendo ensartada por un compañero que me tenía en posición de perrito, tenía la verga de un compañero en mi boca y alrededor de mi solo podía ver varios compañeros masturbándose ...

... esperando su turno para cogerme por alguno de mis orificios.

No supe de mi amo, hasta que sentí un chorro de líquido escurrir por mi ano, yo estaba siendo su perra y su puta, pero eso era demasiado para mí.

Me levanté de golpe y me negué rotundamente a ser penetrada por mi ano, pero eran demasiados y su deseo les nublo su juicio.

Parecían poseídos y al mismo tiempo me sujetaron todos para posicionarme en cuatro y dejar mi culo expuesto, uno de ellos me amarro la boca puesto que mis gritos eran demasiados...

Volvió a poner líquido en mi ano, metió sus dedos para abrir un poco, siguió así durante unos momentos, de pronto coloco ese enorme pene en mi hoyito y sin dudarlo metió todos y cada uno de esos centímetros en mi hoyito, yo empecé a llorar y el se acercó a mi diciendo lo siguiente:

- ahora me perteneces y siempre serás mi perra

En ese momento sentía odio y dolor, fui suya y de todos toda la noche, se venían en mi cuerpo como si fuera una competencia de ver quién derramaba más semen sobre mi, todos mis orificios escurrían semen, mis tetas estaban pegajosas de tanto semen y mis piernas escurrían de todo el semen que salía de mi conchita y mi ano.

Ellos mismos me bañaron y me vistieron, me fueron a dejar a casa.

Pase días tratando de asimilar aquella humillación y de seguir con mi vida pero no pude.

Las palabras de aquel chico retumbaban en mi mente y sin esperar que aquello me dominará, llame a mi principal agresor y le dije:

- eres la persona que ...