De drogas, sexo y otros placeres (Primera Parte) - Relatos Eróticos

De drogas, sexo y otros placeres (Primera Parte)

... masturbándome la cola fantaseando con falos y vibradores?

Saque el celular del bolsillo de mi pantalón y mire la hora: 9:05. Habían pasado 5 minutos desde que me había quedado a solas y no había hecho nada más que abstraerme en un torbellino de preocupaciones y ¨hubieras¨ como para justificar lo que iba a hacer y digerir la situación en la que me encontraba. Sabía que no había marcha atrás o forma de escapar. Debía comenzar a actuar y pronto pues no quería saber qué ocurriría si pasaban los 30 minutos y aun no estaba listo…o lista. ¨Debo cumplir mi parte del acuerdo y acabar cuanto antes con esto¨, pensé mientras tragaba un tanto de amarga saliva. Recordé de pronto que cuando Felipe me recibió jovialmente en la entrada de su casa hace menos de una hora me había hecho entrega de un pequeño sobre a la vez que me decía ¨esto es para que agarres confianza: es de mi parte, así que no te preocupes por pagar bonita¨. Rápidamente extraje el sobre amarillento del compartimiento de la maleta ¨de transformación¨ en la que lo había metido y de inmediato, al tocarlo, supe que contenía. Lo abrí y regué su contenido sobre la tapa del inodoro y no pude evitar sonreír al ver 3 bolsitas llenas de cristales transparentes como trozos de hielos, una bolsa más con al menos 5 pastillas de varios colores grabadas con diversos diseños y logos y finalmente,  un par de cigarros bien enrollados con fuerte olor a cannabis. Ciertamente el ser convertido en mujer era algo difícil de afrontar, pero ...

... un pequeño botiquín psicodélico como este lo hacía considerablemente más fácil y llevadero. Intoxicado por la mera visión del festín a mi disposición finalmente decidí dar comienzo a mi parte del trato, pues si no había forma de evadirlo al menos le sacaría provecho a la crisis y disfrutaría la experiencia lo que más pudiera: después de todo, muy en el fondo, siempre había fantaseado con tener relaciones sexuales con un hombre que me hiciera gozar como las estrellas porno y las transexuales de mis videos. Como diría mi abuela, ´el que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe´. Así que tras digerir 2 de las pastillas e inhalar una gruesa línea de cristal me desvestí, gire la llave de agua caliente con lo que en breve el pequeño cuarto quedo inundado de cálido vapor y tras ajustar la temperatura a la adecuada, entre en la ducha. 

El agua caliente y la ráfaga química que recorría mi cuerpo rápidamente me nublaron los sentidos. Las pastillas tardarían en hacer efecto, pero lo inhalado había puesto mis sentidos al límite: todo parecía más colorido, atractivo al tacto y desmesuradamente interesante. El corazón me latía con prisa y en mi mente se había desvanecido cualquier rastro de temor o vergüenza por lo que iba a pasar. Estaba repleto de energía que recorría como torrente cada rincón de mi cuerpo. De pronto el desdén que sentía por Felipe se tornó en aprecio por el sobre y sus contenidos, mismos que ahora despertaban en mi mente y cuerpo mi lado femenino y sumiso que le ...