Clases de Salsa III (Final)
Fecha: 20/01/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: guisamo, Fuente: CuentoRelatos
... con su ariete dentro de mi coño, mi respiración iba en aumento, y aunque Bryan no podía ver nada, notó mi respiración, como me dijo cuándo bajamos, (sospeché que estabas haciendo algo, y decidí ayudarte) echó sus manos hacia atrás, y metiéndolas bajo la falda, empezó a acariciar mi clítoris y notando la polla del chaval, (si se le salía alguna vez), aprovechaba para darle un par de meneos y volverla a dejar en la puerta para que empujase.
Conforme me llegaba el orgasmo, como no podía gritar al estar rodeada de gente, lo único que pude hacer fue pegarle un bocado en el cuello a mi marido, a la vez que el chico se corría en mi interior.
Se la guardó en el pantalón y al llegar a la siguiente estación se apeó, con lo cual nunca supe cómo era, pero supo apagar la calentura que tenía aquella tarde en el metro.
Yo durante el resto de la semana no hacía nada más que pensar en el baile de Carnaval, y cada día estaba más y más caliente.
El baile sería un jueves, y el miércoles por la noche Oswaldo nos llamó a casa para darnos la dirección,
Y le dijo a Bryan, que me quería con el coño rasuradito, él asintió y dijo sin problemas amigo, pero yo quiero estar presente en todo momento en el baile, y Oswaldo le dijo: no te preocupes Bryan, que ya sé que a ti te gusta ver como disfruta Selena con un rabo dentro, y mañana disfrutarás mucho, tal y como hablamos el otro día, por la noche en vez de afeitarme el conejo, Bryan me lo depiló a cera.
Después me enteré que Bryan lo ...
... había preparado todo desde el principio con Oswaldo, por fin llegó el jueves, y después de cenar nos acercamos al club de salsa, en la puerta nos esperaba Oswaldo, y dándonos un abrazo a Bryan y un beso en cada mejilla a mí, nos introducimos hacia adentro, (pero antes pude leer debajo del cartel “club de salsa” Strep-boys).
Cuando entramos Oswaldo nos dio unos antifaces de esos que cubren los ojos, y nos llevó hacia una mesa que había en el fondo, (estaba un poco en penumbra) y nos presentó a unos amigos que estaban con él, uno se llamaba Orlando y mediría 1,85m, cuando se acercó y me dio dos besos, la fragancia que envolvía su cuello me dejó atontada, a la vez que al cogerle de la cintura, noté que era puro músculo, el otro se llamaba Marcos, (tenían cuerpos de atletas y como Oswaldo también eran Cubanos), cuando me cogió por la cintura y me atrajo hacia él, yo pensaba que me iba a dar dos besos, pero el tio me apretó contra su cuerpo, y me dio un beso en los morros al que sucumbí, abriendo la boca y dejando entrar su lengua hasta el fondo.
No sé qué perfume llevaban, pero la verdad es que mi coño parecía tener vida propia.
Estuvimos tomando unas copas y en agradable conversación, hasta que Oswaldo le dijo a Marcos, ¿por qué no la sacas a la pista a ver qué tal se mueve en público? A mí me costaba decidirme, hasta que mi marido cogió mi mano y la de Marcos y me dijo, no seas tonta Selena, ya verás que bien lo haces.
Fuimos hacia la pista, yo delante y el detrás ...