Los encantos de Lorena I
Fecha: 20/04/2021,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: Follet, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... jugos salían de su culo poco a poco. Me quedé a admirarla, finalmente se incorporó, se recargó en el escritorio, me sonrió, se arregló el cabello y me dijo “nadie había entrado por ahí, no se que me pasó”, me acerqué a ella, la besé, acaricié su espalda y nuevamente sus nalgas que me tenían enamorado, “gracias por el regalo”, “espero que lo hayas disfrutado porque no va a repetirse, esa entrada es sagrada”, sólo me reí, busqué su ropa, se la entregué, le ayudé a abrocharse el bra, disfrutaba cada prenda que se colocaba.
Antes de salir de su oficina volvimos a abrazarnos, mis manos en automático se iban a sus nalgas, ella solo sonrió “ya vámonos porque ere peligroso”, salimos y a unos pasos hallamos al vigilante quien nos despidió con un sonrisa socarrona.
A partir de ahí aprovechábamos para coger a la menor oportunidad, en su oficina, en la mía, en algún hotel, varias veces lo hicimos en algún estacionamiento, la adrenalina de ser descubiertos nos generaba mayor excitación aunque a mi me excitaba sólo verla caminar.
Poco a poco fue atreviéndose a más, la primera mamada me la dio en su auto, en un estacionamiento, tragó todo sin remilgos, pero muchos años cumplió la sentencia de no volver a dejarme ...
... disfrutar su culo, hasta que cedió, recién habíamos cumplido 45 años.
Pasamos el fin de semana juntos, como ya era costumbre, fuimos a una ciudad cercana, nos hospedamos en un pequeño hotel y dimos rienda suelta nuestra inquietud, en un momento dado me dijo que me iba a hacer un regalito, pero, “con el debido cuidado”, sacó de su bolsa un tubo de gel y unos condones, metió mi verga en su boca, la puso a mil, se recorrió en la cama y se hincó en la orilla abriendo las piernas. Ni tardo ni perezoso me puse de pie, me puse un condón, lubriqué su culo y la metí poco a poco, era la gloria volver a disfrutar ese hermoso culo, a partir de esa vez ya no hubo reparos, su culo era mio todas las veces que teníamos sexo.
Durante los años que estuvimos juntos poco a poco nos acostumbramos a contarnos todo, incluidas las experiencias sexuales, después de cada conversación la excitación explotaba y teníamos sexo increíble, así me enteré de con quienes de sus pretendientes se había acostado, en dónde y como lo habían hecho, extrañamente no me disgustaba, me producía placer saber que ahora estaba conmigo y que era el que disfrutaba de su cuerpo en ese momento.
En la siguiente oportunidad contaré algunas de las proezas de Renata.