¡Esa tarta de manzanas! 2 - Relatos Eróticos

¡Esa tarta de manzanas! 2

Me levanté y fui hacia el mar. Suponía que ya estaría Araceli. Me quedó dando vueltas la posibilidad que me daban las japonesitas. ¡Me gustan!
Efectivamente, Ari estaba en el agua. Cuando me vio me hizo señas. Me introduje hasta donde ella estaba. Nos besamos, era lo clásico rutina…, pero no estaba muy seguro de poder cumplimentar su deseo. Así que traté de hacer tiempo… 
-Parece que conversaste bastante con Kirky.
-Si…, bueno…, me volvió a contar toda la historia. Parece una buena chica. Por lo menos me pareció que estaba arrepentida, aunque sé que te hizo mucho daño.
-¡Ni hablemos de esa loca!
-No creo que ahora lo siga siendo. Resaltó que sin quererlo, ni imaginarlo…, lo que ella hizo fue parte de la posibilidad de que ahora estemos juntos…  
-¡Manera de descargar la culpa! ¿Te dijo cómo diablos apareció por acá?
-Fue a la embajada a pedir trabajo…, y le hablaron de este lugar… y justo…, parece que “casualmente”, conoció a un señor ligado al resort…, bueno… Te digo tal cual me lo contó, no parecía avergonzada ni nada por el estilo. Se dio cuenta de las ganas que le tenía el tipo…, y… fueron a la cama… ¡y obtuvo el trabajo!
-¡Jajaja! ¡Típico de Kirky!
-Y bueee…, cada una se las arregla como puede…
-¿Por eso vos seguís con las tetas al aire? ¡Jajaja! – Quería prolongar la conversación, para recuperar fuerzas.
-Claro. Cuando vine con el corpiño todos me miraban. Ahora que no lo tengo… ¡nadie me da bola!
-¡Jajaja! Siempre es así. A los hombres nos gusta ...

... imaginar…
-¿Y vos? ¿Te gusta imaginar?
-Pues… a veces…
-Y ahora… ¿qué te imaginás que te voy hacer?
-Y… no sé… - Me hacía el inocente.
-¡Vas a ver!
Se metió bajo el agua, me bajó el pantalón y me beso el choto. Salió a respirar. 
-Todavía te falta, dame un minuto.
-No quiero que te ahogués ¡jajaja!
-Nada de eso. – Respiró hondo y nuevamente se sumergió. 
En ese momento vi a las japonesitas, allí nomás, como a diez metros. Me hicieron señas riéndose. ¡Sabían lo que me estaba haciendo Ari! Y allí sí. Entre la imagen de las hermanitas y la mamada de Ari…, se me puso bien al palo. Se levantó, recuperó el aire y me abrazó. Levantó las piernas rodeándome la cintura y… la pija fue adentro… Nos movimos un poco…, levantando velocidad. ¡El agua se movía alrededor como olas! A su espalda las hermanitas se desternillaban de risa… ¡y  así siguieron hasta que acabamos la cogida acuática luego de muy buenos orgasmos!
Pasamos muy bien el día. Como siempre, Ari súper cariñosa, más que nunca. ¿La habría motivado su conversación con Kirky? Luego de la siesta no quería levantarse. Quería más y más. Me hizo tomar dos pildoritas. No había agujero que no quisiera que se lo llene. ¡Qué mujer!
A la noche igual. Más y más, y cuando yo me cansaba… ¡ella no se cansaba nunca! Me la mamaba hasta que estuviera al palo. ¡Cogeme, cogeme, dale, dale! Así hasta cerca de las dos de la madrugada… ¡No iba poder ir por la japonesitas! Bueno… ¡será otro día!
A eso de las nueve, fui a desayunar. Estaban las ...