Mi violador me vista en mi casa
Fecha: 05/05/2021,
Categorías:
Infidelidad
Tus Relatos
Autor: brujitx, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... estar de pies, él me acariciaba mis nalgas con sus manotas, luego me senté encima de ese miembro, que sensación más hermosa, sentir deslizar esa tranca dentro de mi vagina, aunque llena de jugos en ese momento, se sentía plenamente, cómo los pliegues internos iban dando paso, abriéndose y dilatándose al paso de esa serpiente, hasta tocar fondo, maltratando mis trompas de Falopio, ovarios, matriz y todo su componente, hasta llegar a mi estómago, gemía de placer, que rico, dame más duro, métela toda, esto sí me gusta, me agaché para dar un beso al negro en su boca,
Sentí en ese momento al flaco, acomodarse en mi cintura y seguir taladrando mi ano, otra sensación más a la lista de corrientasos de mi cuerpo, esas embestidas me tenían a mil, mi vagina no paraba de producir chorros de líquido, seguramente agradecida por ese momento, me senté un momento sobre la verga del negro, me desenganché, me voltee para volver a mamar esa rica polla, la agarraba con mis dos manos, pero, se necesitaban como seis para cubrirla toda, empecé a pajearla, el negro me acomodó y su lengua comenzó un trabajo de trapear, de hurgar dentro de mis labios vaginales, como buscando algo.
El flaco se tiró sobre el colchón y me senté sobre él en la misma posición anterior, fue el turno de ser enculada por e negro, esa serpiente se introdujo dentro de los esfínteres de mi cuerpo, sentí unas lágrimas brotar de mis ojos, suave, le dije, empezó ese vaivén de carne dentro de mí, cada vez más profundo, hasta ...
... que sentó sus bolas golpear mis nalgas y labios vaginales, el negro se arrodillaba, también se paraba agachado sobre mis nalgas, así lograba más profundidad, mi cuerpo se estrellaba o quedaba pegado al cuerpo del flaco,
Por momentos parecía que la verga del negro se llevaba toda mi atención, no era verdad del todo, el flaco también sabía moverse, sabía trabajar y lograba que mi mente se fijara en las sensaciones que producía su pene dentro de mi cuerpo.
Me hicieron acostar a mí sobre el colchón boca arriba, el negro se acomodó encima de mí al estilo misionero, comenzó su trabajo de penetración en mi mojada rajita, que parecía reír, recibiendo ese huésped, que tanto la hacía disfrutar, el flaco se acomodó arrodillado al lado de mi cabeza, me ofreció su verga dentro de mi boca. Comenzó sus movimientos como simulando estar culiando mi boca, yo trataba de seguir el ritmo, pero me era imposible, por momentos se pajeaba cuando se salía del orificio de mi boca, de repente sentí su leche caer en mi cara, aun disparando leche, me la metió en mi boca, comencé a chupar con fuerza, hasta que comenzó a perder fortaleza, inició su relajamiento, se levantó y se sentó en las tablas de la cama, mirando como el negro seguía trabajando sobre mi cuerpo, dentro de mi vagina.
Dámela toda, la quiero dentro de mí, ¿estás segura? Me contestó el negro, sí, la quiero sentir dentro de mí, no te preocupes, no estoy en días fértiles y además, me aplico mis inyecciones para planificar, ok, está ...