Gimnasio
Fecha: 21/01/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mi boca, inicié la mamada, sorbiendo y chupando, en tanto él se retorcía de goce y emitía sinceros gemidos de placer.
Después de un momento, él me detuvo. Retiró su miembro de mi boca y se puso en pie. Me dijo que buscáramos un lugar mejor y con bastante dificultad se colocó la toalla alrededor de la cintura, ya que presentaba una tremenda erección. Jaló su mochila y cubierto sólo con la toalla, fue a hablar con don Chepito.
Me cubrí con mi toalla, teniendo la misma dificultad para sujetar la prenda, porque también yo la tenía bien parada. Salí al corredor y vi a Bobby hablando con don Chepito. Desde mi punto de observación, pude advertir que aún exhibía una considerable erección debajo de la toalla. Tras unos instantes de plática, Bobby sacó su billetera y le pasó dinero al otro hombre. Don Chepito le dio unas palmaditas en la espalda y se retiró muy sonriente. Luego, volviéndose hacia mí, Bobby me hizo seña que lo siguiera. Tomé mis cosas y fui tras él.
Fuimos hasta las gradas y subimos al cuarto de don Chepito. Bobby entró, encendió la luz y puso sus cosas en el suelo. Luego, encendió una lámpara de noche que se hallaba sobre una mesita y apagó la luz principal. Yo entré, puse mis cosas junto a las de él y me quedé parado, esperando. Bobby se quitó la toalla y, exhibiendo su potente erección, se tendió en la cama. Luego, me indicó que cerrara la puerta.
Yo lo hice y quitándome la toalla, me acerqué a la cama, deseando mamarlo, pero Bobby me tomó por el barrote ...
... y me atrajo hacia él. Apasionadamente, cubrió mi pene de besos y después se lo metió a la boca, iniciando una mamada que en pocos minutos, me tuvo gritando de placer.
Tuve que obligarlo a suspender su labor, para no venirme demasiado rápido. Entonces, me acosté a su lado y nuestros cuerpos entraron en contacto, un contacto delicioso, que casi me hacía brincar de deseo y pasión. Nos besamos en los labios y nos acariciamos mutuamente nuestros cuerpos, poniendo especial atención en los penes.
Bobby me besó en el cuello, los hombros, el pecho, las tetillas, el abdomen y bajando por el vientre, llegó hasta mi pene, el que mamó nuevamente con dedicación. Yo, al ver su órgano viril muy cerca, me doblé, hasta apoyar mi cabeza en su pierna y tomando su verga en mi boca, comencé a mamar de la misma manera que él lo hacía. Practicamos el "69" y los dos tuvimos sexo oral durante largo rato. Después, él se incorporó y se montó abierto sobre mí, dándome la espalda. Su trasero quedó directamente sobre mi pubis.
El me agarró el pene y bajo su dirección, empujé hacia arriba y con alguna dificultad, poco a poco lo fui penetrando por el culo. El orificio de su ano estaba tan caliente y apretado, que casi me vengo con sólo sentirme adentro, pero logré controlarme. Nos quedamos quietos un momento y luego empezamos un movimiento de ir y venir, de sube y baja, de mete y saca, en tanto él se masturbaba con su propia mano.
Aquello era delicioso. El movimiento se fue haciendo más intenso y ...